Pero, finalmente, la ciudad acaba rindiéndose a Al-mutadid, dejando de ser independiente al ser absorbida por el reino de
Sevilla en 1051. En los períodos de paz, Lebla y Sevilla corrieron parejas en el florecimiento de las artes, la
agricultura y la
cerámica. En estos años nacen,
San Walabonso y su hermana María (mártires y patronos de
Niebla).