Los orígenes de la ciudad de
Niebla se remontan al Neolítico. Se cree que la
gruta que fue encontrada en los Bermejales de Niebla, fue habitada por los clanes del hombre del Neolítico; existía allí una especie de taller comercial de objetos de
piedra y alguna
cerámica cocida al fuego. De este período también quedan vestigios como el Dolmen de la Lobita, al parecer construido por la raza Ligur que habitó el Coto de Doñana.