Armario y silla en una sala del Monasterio de la Rábida, LA RABIDA

De las 17 naves que participaron en este segundo viaje (tres carracas, dos naos grandes y doce carabelas), solo se conoce el nombre de unas pocas, entre las que se cuentan la Niña, participante del primer viaje, y la Marigalante o Santa María, homónima de la malograda en el primer viaje, la carabela Cardera y la carabela San Juan, de la que era piloto el roteño Bartolomé Pérez, que en el primer viaje, fuera en la Niña. En su segundo viaje a la isla La Española, observó el eclipse lunar del 14 al 15 de septiembre de 1494 y, comparando sus horas del comienzo y fin con las registradas en las observaciones de Cádiz y Sao Vicente en Portugal, dedujo definitivamente la esfericidad de la Tierra ya descrita por Claudio Ptolomeo. Un eclipse lunar es un evento astronómico que sucede cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, generando un cono de sombra que oscurece a la Luna. Para que suceda un eclipse, los tres cuerpos celestes, la Tierra, el Sol y la Luna, deben estar exactamente alineados o muy cerca de estarlo, de tal modo que la Tierra bloquee los rayos solares que llegan al satélite, por eso los eclipses lunares solo pueden ocurrir en la fase de luna llena. São Vicente es una ciudad en la isla de Madeira (Portugal), cuya población es de 8 804 habitantes (2001). El concepto de Tierra esférica data de la filosofía griega antigua de alrededor del siglo VI a. C., pero permaneció como materia de especulación filosófica hasta el siglo III a. C., cuando la astronomía helenística -Eratóstenes- estableció la esfericidad de la Tierra como un dato físico. El paradigma helénico fue gradualmente adoptado en el viejo mundo en la Antigüedad y la Edad Media. Una demostración práctica de la esfericidad de la Tierra fue llevada a cabo por Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano en su expedición de circunnavegación del mundo (1519−1523). Claudio Ptolomeo fue un astrónomo, astrólogo, químico, geógrafo y matemático griego.
(20 de Abril de 2019)