Mucho pueblo bonito, mucho señorio, mucha fuesta y mucha pamplina. Debemos preocuparnos de cosas más importantes como nuestro ayuntamiento que es lo más partidista que he visto nunca, nuestra economía que no se diversifica, ni crece y por nuestro nivel cultural que no da más frutos que pregones de Semana Santa y cruces. Leer más y ser más críticos es lo que le falta a la Palma. Y lo dice un palmerino.