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LA NAVA: ¡Qué arriesgada es la ignorancia, que obliga a las...

¡Qué arriesgada es la ignorancia, que obliga a las personas a emitir opiniones sobre aquello de lo que no tienen ni idea!
Pocos ayuntamientos ha visto este comunicante que se asombra de que tenga campana, cuando es la compañía más lógica para un reloj público. Ejemplos de ayuntamientos así los hay a montones.
Además saca a relucir la figura de un cura sin venir a cuento. Tal vez sea porque en su fuero interno considera que donde haya campana tiene que haber cura. Así de simple.
Bueno, no le pidamos peras al olmo o, como dicen por esa Sierra, "cada jamón se cuelga por su pata". Y en fin, etc. Etc.