HUELVA: 2-HUELVA (AWNABA) HUELVA...

2-HUELVA (AWNABA) HUELVA

Fue un Iqlim de la Cora de Labla, ubicada en la Comarca denominada Tierra Llana de Andalucía Occidental en la confluencia de los ríos Tinto y Odiel y es la capital de la provincia del mismo nombre desde el 1833, declarada el rango de ciudad desde el 1876.
La ciudad ha sido lugar de encuentro de diversas civilizaciones y se han encontrado testimonios de la época Neolítica en zona próxima al Colegio Seminario cuyos restos están fechados entre el 3000 y el 2500 a. C y también los restos de una ballena prehistórica encontrada en el entorno al centro de la ciudad.
Así mismo se han encontrado también dos depósitos cilíndricos con un conjunto de treinta piezas de deidades prehistóricas que testimonian a la ciudad como la más antigua de la Europa Occidental.
El nombre de la ciudad procede del antiguo Onuba según fuentes griegas y de Onuba Aestuaria de las fuentes romanas.
Este término debe proceder de alguna de las lenguas prerromanas de la península ibérica siendo su significado desconocido aunque también el sufijo “oba” o “uba” aparece en otros toponimios como Ossonoba, Corduba etc.
En el siglo XVIII el poeta Rodrigo Caro que cantara en su famosa elegía sus glosas:”A las ruinas de Itálica” basándose en la aparición del topónimo en los autores clásicos (Pomponio Mela, Plinio El Viejo, Estrabón y Ptolomeo) dedujo que Onuba era la ciudad de Gibraleón aunque esta tesis fue impugnada en 1775 por Antonio Jacobo del Barco demostrando que la antigua Onuba era la ciudad de Huelva.
En la época musulmana el topónimo aparece en otras formas como Umba o Gaelbah y de forma más documentada en Welba parecida a la actual del castellano, fruto de su evolución fonética del latín al romano Anubla a Huenoba o Hueloba y actual Huelva. No obstante, el término de Onuba se utiliza como gentilicio para designar oficialmente a sus gentes como onubenses.
La historia de Huelva se divide en las diferentes etapas históricas:

-Edad Antigua.

Son muchos los testimonios de autores latinos sobre la ubicación de la ciudad y así el poeta romano Rufo Festo Avieno en el siglo IV cuando se refería ella en su obra: “Ora Marítima” comentaba los viajes de los marineros fenicios a esta zona desde el siglo VIII a. C.
También fue frecuente relacionar a la onubense isla de Saltés con la capital de Tartesios. En el siglo XIX Adolf Schulten, investigador romántico buscó en estas tierras entre Guadiana y el Guadalquivir tesoros de un valor incalculable que se atribuyeron a un pueblo que estaba asentado en el antiguo reino de Tartesios quedando demostrado arqueológicamente que en estas tierras fueron habitadas por gentes de una avanzada cultura, fruto del contacto del elemento indígena dedicado al pastoreo y a la agricultura con la civilización fenicia resultando de esta aculturación una civilización relevante de la actividad metalúrgica y comercial que se desarrolló en la etapa del Bronce Final.
El antiguo reino tartesio entró en decadencia y desapareció entre el 530 y 508 a. C cuando los cartagineses prohibieron el comercio griego en esta zona. No obstante, aún con la crisis la ciudad continuó y permanece habitada por sus recursos minerales (la presencia de las minas, rio y mar próximos) factores estratégicos para los nuevos pueblos que los conquistan.
Tras la romanización posterior quedaron pocos testimonios, desaparecidos durante el desarrollo de la historia aunque por los yacimientos estudiados posteriormente (acueductos y diversos domos etc.) se deduce que la ciudad fue importante sobre todo como puerto comercial.
Por las investigaciones realizadas en el siglo XVIII por él religioso Jacobo del Barco y de Agustín de Mora después y finalmente por las excavaciones realizadas en siglo XX por el arqueólogo Amo se deduce que la romanización se realizó a partir del siglo I d. C. Ya Estrabón citaría la ciudad de Onuba identificándola su ubicación a la de Baeturia Céltica y después Pomponio Mela se refería a Cnoba. Pero sería posteriormente Plinio El Viejo en su obra: Historia Natural quien la menciona como Onuba Aestuaria entre los ríos Urium y Luxia (Tinto y Odiel).

-Edad Media.

Tras la presencia musulmana en Hispania en el 711, Huelva conocida como “Welba” fue ocupado en el 713 por Abd-al-Aziz y se realizó el poblamiento en la actual Cabezo de San Pedro con una Alcazaba precursora del desaparecido castillo cristiano Xaltis (la actual isla de Saltés) que estaba protegida por una excepcional fortaleza.
Corriendo el tiempo en el 1012 Abd-al-Aziz al-Bakri funda el reino taifa de Huelva otorgándole el título de Señor de Umba y Xaltis. Este reino gozó de estabilidad por un período de cuarenta años y mantuvo su economía y su independencia hasta la guerra con el reino taifa de Sevilla (Isbiliya). En el año 1052 conquistado el reino taifa de Niebla por el rey Al-Mutamid de Sevilla y Abd-al-Aziz al-Bakri se ve obligado a retirarse confinándose en la isla de Saltés.
Posteriormente la ciudad sería ocupada por Iñigo de Mendoza en 1238 y por las tropas de Alfonso X El Sabio en 1262. Desde aquella fecha sería gobernada por diversos señores nobiliarios como Juan Mathe de Luna, Diego López de Haro, o Juan Alonso de la Cerda hasta que el 1351 se confirmarían los derechos de la ciudad de cierta categoría.
Seria Dª María de la Cerda, Señora de Huelva y de la isla de Saltés, perteneciente a la Casa Medinaceli quien aportó en dote la villa de Huelva al matrimonio con el I Duque de Medina-Sidonia pero al no tener descendencia, la Casa de Medina-Sidonia reclamo al duque la devolución de la villa pero no se llevo a cabo por la Casa de los Guzmanes. Se inició un largo pleito de ambas casas nobiliarias que se extendería desde el 1466 hasta que en el 1509 cuando murió el III Duque y el rey Fernando El Católico autorizó a los gobernadores del Señorío a abonar diez millones de maravedís a la Casa de Medinaceli en compensación por Huelva que permanecía bajo el Señorío de la Casa de Medina-Sidonia hasta que la abolición de los Señoríos por las Cortes de Cádiz en 1812.
Sería posteriormente cuando Huelva en los últimos años del siglo XV cuando será testigo de los hechos trascendentales para la Historia de la Humanidad como seria el Descubrimiento del Nuevo Mundo.

-Edad Moderna.

El día 12 de octubre del 1492 fue la fecha del Descubrimiento de America. Fuerón muchos onubenses quienes fueron testigos de esta expedición que partió el 3 de agosto de Palos de la Frontera (Huelva).
Desde el Tratado de Alcácovas del 1479 las costas africanas estaban excluidas a los marineros castellanos y por tanto a los de las costas onubenses. Tras la expansión demográfica y económica de Castilla junto a los nuevos avances y técnicas de navegación permitieron que Huelva y sus gentes fueran los más interesados en las futuras expediciones al Nuevo Mundo.
Con la llegada de Colón procedente de Portugal a La Rábida y el apoyo de numerosos personajes de estas tierras junto a la Corona a sus proyectos, fueron diversas familias de Palos de la Frontera, Moguer y de San Juan del Puerto los que contribuyeron hacer realidad este proyecto de expedición para encontrar una nueva ruta hacia La India, siendo la pequeña ciudad d Huelva quien aportaría el mayor número de marineros a esta gesta.
Así pues el Descubrimiento de América y las relaciones de esta provincia con las tierras del otro lado del Atlántico han sido y está presente en la memoria colectiva de este pueblo.
En esta gesta destacan numerosos hombres de Huelva y luego se sumarán a los nuevos viajes nombres como Alonso Pérez de Nizardo, quien descubriera la isla de Trinidad, Fernán Hernández y Antonio García Ribas, ilustres marineros de la Armada de Ovando y Juan Álvarez, apodado “El Manquillo de Huelva “que participaría junto a Hernán Cortés en la conquista de México pilotando un barco con Antón de Alaminos y por último Esteban Rodríguez quien ejerció con el rango de piloto mayor en la Armada de Legazpi, conquistador de las Islas Filipinas.
Durante el siglo XVII, el tráfico mercantil entre España y América se desplazó a Cádiz o Sevilla quedando la ciudad de Huelva marginada pero siguió desarrollándose.
No obstante a finales del siglo XV, la ciudad paraliza su crecimiento debido a ciertas razones como el importante flujo migratorio hacia América y la presencia de incursiones piratas berberiscos a sus costas y las desafortunadas epidemias de peste que aparecen en este siglo.