Pues la pantera rosa, como tú le llamas, ha tenido lo que hay que tener para, empezar, poner su nombre. Tú no has tenido ni eso, así que a saber los amigos que puedas tener, soberbia te sobra, lo has demostrado con el escrito y en cuanto a que Dios perdone, perdona que yo te diga, que, a lo mejor, tiene que empezar por tí.
Ah, y como a mí también Dios tiene que perdonarme muchas cosas, pues no pondré mi nombre, así sabrás lo mismo que yo. Un saludo.
Ah, y como a mí también Dios tiene que perdonarme muchas cosas, pues no pondré mi nombre, así sabrás lo mismo que yo. Un saludo.