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HINOJOS: Este libro sale a la venta mostrando a Cornwell como...

Este libro sale a la venta mostrando a Cornwell como un católico practicante, fiel a las enseñanzas de la Iglesia, lo cual no es cierto, pues, Cornwell había abandonado su fe católica desde hacía muchos años y ha atacado a la Iglesia en innumerables libros y publicaciones. Sin embargo, como dice el historiador norteamericano Ronald Rychlak, su anticatolicismo no es argumento para invalidar sus investigaciones.

Revela el autor haber encontrado una carta fechada el 18 de abril de 1919, ´una bomba de tiempo´, la cual había sido mantenida en gran secreto por las autoridades vaticanas, en la cual se prueba, sin lugar a dudas, el antisemitismo de Pacelli. Esto es también una mentira, pues esta carta fue publicada por Emma Fattorini, en una obra en 1992, 7 años antes de que apareciera el libro de Cornwell. A raíz de la aparición de la edición italiana de El papa de Hitler, Emma Fattorini, denunció a Cornwell por publicar falsedades.

Innumerables historiadores han criticado la obra de Cornwell, acusándolo de sólo utilizar bibliografía crítica de Pío XII, ignorando toda aquella que lo favorecía.

No pretendo con estos comentarios impedir que el lector interesado en estos hechos lea el libro de Cornwell, sólo deseo recomendarles que lean también las obras "Los judíos, Pío XII y La leyenda negra" de Antonio Gaspari, Editorial Planeta-Testimonio. "Pio XII y la II Guerra Mundial", de Pierre Blet S.J., Paulit Press, "Yours is a Precious Witness", de Margherita Marchione, Paulist Press, "Pope Pius XII architect for peace", de Margherita Marchione, Paulist Press y la obra "Hitler, the war and the Pope", de Ronald J. Rychlak, Genesis Press.

Si Pío XII era el villano que Cornwell describe en su libro, por qué al finalizar la guerra recibió tantos homenajes de los más importantes representantes de la comunidad judía internacional y por qué a la muerte de Pío XII, en octubre de 1958, esa gran mujer, Golda Meir, pilar fundamental de la creación del Estado de Israel, expresó en las Naciones Unidas. "Compartimos el dolor de la humanidad por la muerte de Su Santidad Pío XII. En una generación afligida por guerra y discordias, él ha afirmado los altísimos ideales de la paz y de la piedad. Durante el decenio del terror nazi, cuando nuestro pueblo sufría un terrible martirio, la voz del Papa se elevó para condenar a los perseguidores y apiadarse de sus víctimas. La vida de nuestro tiempo se ha visto enriquecida por una voz que expresaba las grandes verdades morales más allá del tumulto de los conflictos cotidianos. Lloramos a un gran servidor de la paz".
Eduardo Rivero G.