¡Ay! Virgen del Padro,
En que hermoso paraje estás,
Patrona de los higuereños,
Eres Virgen sin igual,
En esa cueva béndita,
Que te vino a cobijar,
Que si es termino de Zufre,
O de Higuera, ¿que más da?
Lo importante eres tú,
Y no donde estás,
Yo tampoco estoy en mi pueblo,
Y no lo puedo olvidar,
Como tú Madre Santa,
Patrona de mi ciudad,
Ese pequeño nácimiento,
Nácimiento de verdád,
El todo blanco, no le hace falta nevar,
Se llama Higuera de la Sierra,
Para más detalles dar,
Su flores blancas de tílo,
Para a la Virgen adornar,
Alcornoques y encinas,
Para poder pasear,
Con una serrana guapa,
Que en la grupa he de llevar,
Subida en mi caballo,
Para sus labios besar,
Como las olas suben,
Suben el nivel del mar,
Para besar a las rocas,
De las que enamorado ¡Está!
El Poeta.
No soy de higuera.
En que hermoso paraje estás,
Patrona de los higuereños,
Eres Virgen sin igual,
En esa cueva béndita,
Que te vino a cobijar,
Que si es termino de Zufre,
O de Higuera, ¿que más da?
Lo importante eres tú,
Y no donde estás,
Yo tampoco estoy en mi pueblo,
Y no lo puedo olvidar,
Como tú Madre Santa,
Patrona de mi ciudad,
Ese pequeño nácimiento,
Nácimiento de verdád,
El todo blanco, no le hace falta nevar,
Se llama Higuera de la Sierra,
Para más detalles dar,
Su flores blancas de tílo,
Para a la Virgen adornar,
Alcornoques y encinas,
Para poder pasear,
Con una serrana guapa,
Que en la grupa he de llevar,
Subida en mi caballo,
Para sus labios besar,
Como las olas suben,
Suben el nivel del mar,
Para besar a las rocas,
De las que enamorado ¡Está!
El Poeta.
No soy de higuera.
