Valonero: Trato de continuar. Te decía que mis idas frecuentísimas a mi pueblo derivan del tremendo cariño que esas raíces han generado en mí, tanto a mi pueblo como a la Sierra en general.
Antes iba a menudo porque mis padres vivían allí en la casa que tu tío Evaristo les construyó y en la cual dejó buena muestra de su maestría. Ahora también voy a menudo, aunque sólo sea a echar un vistazo y cargar las pilas, sobre todo teniendo en cuenta que se llega en poco tiempo desde Sevilla desde el arreglo de la carretera de la Sierra.
Yo también recuerdo con especial cariño a tu tío Evaristo, con su estilizada figura y su chaqueta (creo recordar que él la llamaba la "chapona") al hombro, que solía ser de las que se abotonan hasta el cuello. Y recuerdo cuando estando construyendo las bóvedas de la casa aprovechaba para darme lecciones de Geometría (yo tenía entonces 8 ó 9 años). Y algo que admiraba de él: Cuando los demás albañiles y peones terminaban la jornada y se iban, él permanecía mirando y remirando, no sé si tratando de encontrar defectos que corregir o, como los buenos artistas, recreándose en la labor realizada. Un abrazo.
Antes iba a menudo porque mis padres vivían allí en la casa que tu tío Evaristo les construyó y en la cual dejó buena muestra de su maestría. Ahora también voy a menudo, aunque sólo sea a echar un vistazo y cargar las pilas, sobre todo teniendo en cuenta que se llega en poco tiempo desde Sevilla desde el arreglo de la carretera de la Sierra.
Yo también recuerdo con especial cariño a tu tío Evaristo, con su estilizada figura y su chaqueta (creo recordar que él la llamaba la "chapona") al hombro, que solía ser de las que se abotonan hasta el cuello. Y recuerdo cuando estando construyendo las bóvedas de la casa aprovechaba para darme lecciones de Geometría (yo tenía entonces 8 ó 9 años). Y algo que admiraba de él: Cuando los demás albañiles y peones terminaban la jornada y se iban, él permanecía mirando y remirando, no sé si tratando de encontrar defectos que corregir o, como los buenos artistas, recreándose en la labor realizada. Un abrazo.