Félix:
Me dió mucha alegría el ver que nos seguias, aunque no te manifestaras con tus escritos.
Lamento profundamente el fallecimiento de tu suegro. Yó, he tenido, este fin de semana un susto tremendo con el mio(suegro), ha estado muy mal, pero afortunadamente lo ha superado; es muy fuerte pues tiene noventa y trés años.
Volviendo a la infancia y adolescencia, comprendo vuestra añoranza. Los que vivís tan lejos lo teneis que pasar mucho peor que nosotros. A mí me ocurriría igual, sentiría una gran morriña por mi querida tierra; es estando cerca y escapándome cada vez que puedo y a veces me ocurre... Recordamos tantos momentos: buenos y malos... Quizás no deberíamos hacerlo, pero es inevitable...¿que sería el hombre sin sus recuerdos?. Los comparo con una gran maleta llena, maleta que de vez en cuando abrimos y removemos para ver que hay en ella..¡¡nos sorprendemos!! pues encontramos de todo, pero ¡cosa curisa! somos tan obstinados que no queremos tirar nada a la basura y tal vez la ropa muy vieja o aquel objeto que nos hace daño en el recuerdo deberíamos de deshacernos de él.
¡Caramba!, de nuevo me dejo llevar y traslado al papel mis pensamientos, sin darme cuenta que son apreciaciones totalmente mias.
Pido perdón por la extensión.
Bienvenido marocho adoptivo. Un abrazo: Desde Alicia García.
Me dió mucha alegría el ver que nos seguias, aunque no te manifestaras con tus escritos.
Lamento profundamente el fallecimiento de tu suegro. Yó, he tenido, este fin de semana un susto tremendo con el mio(suegro), ha estado muy mal, pero afortunadamente lo ha superado; es muy fuerte pues tiene noventa y trés años.
Volviendo a la infancia y adolescencia, comprendo vuestra añoranza. Los que vivís tan lejos lo teneis que pasar mucho peor que nosotros. A mí me ocurriría igual, sentiría una gran morriña por mi querida tierra; es estando cerca y escapándome cada vez que puedo y a veces me ocurre... Recordamos tantos momentos: buenos y malos... Quizás no deberíamos hacerlo, pero es inevitable...¿que sería el hombre sin sus recuerdos?. Los comparo con una gran maleta llena, maleta que de vez en cuando abrimos y removemos para ver que hay en ella..¡¡nos sorprendemos!! pues encontramos de todo, pero ¡cosa curisa! somos tan obstinados que no queremos tirar nada a la basura y tal vez la ropa muy vieja o aquel objeto que nos hace daño en el recuerdo deberíamos de deshacernos de él.
¡Caramba!, de nuevo me dejo llevar y traslado al papel mis pensamientos, sin darme cuenta que son apreciaciones totalmente mias.
Pido perdón por la extensión.
Bienvenido marocho adoptivo. Un abrazo: Desde Alicia García.