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ENCINASOLA: Arocheño: No puedo dejar de darle las gracias por...

Arocheño:
No puedo dejar de darle las gracias por su comentario a cerca del gentilicio “marochos”. No es posible aportar una información más valiosa en tan poco espacio.
Reconozco que después de años buscando datos sobre mi pueblo, Encinasola, no había sido capaz de hallar los que en tan breve comentario se exponen. Es más, ni el mismo don Florentino Pérez Embid, cuya obra conocerá Vd. Mucho mejor que quien estas líneas escribe, fue capaz de establecer datos tan completos y precisos y eso que a él se debe el que tal vez sea el más perfecto estudio sobre “La frontera entre los reinos de Sevilla y Portugal”, título, que como todo el mundo sabe, él mismo dio al estudio que realizó sobre este tema.
Ha manifestado Vd. La existencia de Encinasola en el siglo XIII, cosa que creo que hasta ahora nadie había logrado establecer. Afirma que Encinasola perteneció a la provincia de Moura y tengo que reconocer mi mala interpretación de la Historia, pues siempre creí que si Encinasola dependió alguna vez de algún otro pueblo, éste no podía haber sido sino Aroche.
Manifiesta la existencia, ya en el medievo, de la provincia de Moura, algo que también en mi ignorancia desconocía, pues creía que el “concelho” de Moura era una institución post medieval.
He de reconocer que sabía, porque así lo dice Pérez Embid, que Aroche y Aracena habían sido poblaciones que, a lo largo de la Historia, habían estado unas veces en manos portuguesas y otras en manos españolas, como igualmente ha sucedido con Beja, Serpa y Moura, pero no sabía que Encinasola existiese en aquellas fechas, pues Pérez Embid no la menciona hasta muy entrado el siglo XV, cuando la frontera entre Portugal y Castilla ya se había establecido de forma definitiva.
Además, le agradezco su nueva versión sobre el origen del gentilicio “marocho”. A partir de ahora la tendré en cuenta y la defenderé donde sea menester.
Por otra parte, y de forma muy especial, tampoco puedo dejar de agradecerle su acertada recomendación de que para exponer algo lo mejor es ser breve, no andarse con aclaraciones. Incluso ahora, cuando llego al final de esta exposición, me percato de que he vuelto a excederme. Con haberle dado las gracias hubiera bastado.
Le ruego que me perdone y le agradecería que se identificase, pues así podría saludarle en mi próxima visita al pueblo
Reciba mi más cordial saludo
Valonero.