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EL CERRO DE ANDEVALO: ¡Hola a todas y todos!...

¡Hola a todas y todos!

A mí esto de usar los dos géneros, masculino y femenino, me parece una cursilada. Desde tiempo inmemorial, cuando se pretendía hacer alusión a los dos géneros, se ha usado el masculino. Decimos “los padres de fulanito”, no “el padre y la madre de fulanito”; “los hijos de menganito, no” los hijos y las hijas de menganito” Ya se sobreentiende. Otra cosa muy distinta sería si nos referimos a un solo género. ¿Qué opináis del tema? Bueno, dejemos la gramática.

ISAMARIA: Nuestra amiga Calleja a veces trasnocha para escribir sus comentarios. Así, sin ruidos, y con más recogimiento, suele hacerlos estupendamente. Fíjate en la hora de su comentario.
¿Sabes quién era el tal Don Pedro el veterinario? Pues el marido de Catalina "La Pelota". En una ocasión nos hablaste de ella.
Si estuvieras más cerca te daría para que hicieras el gazpacho. Acabo de sentarme después de estar por mi huerta. He recogido tres cubos de tomate; con los pimientos ya no sé qué hacer, y eso que Ana, mi señora esposa, los conserva para todo el año, lo mismo que los tomates.
Cuando estoy sembrando me parece que me van a faltar, pero luego terminan comiendo de todos estos productos, media barriada. Es mi entretenimiento, junto con la lectura.
Los champiñones no son los grumelos (amanita ponderosa). El sabor del grumel es, para mí, mucho mejor que el del champiñón.

ANTONIO ESCUDERO: La información que le facilitas a CONSTANTI demuestra, bien a las claras, el conocimiento perfecto que tienes de nuestra comarca.
¡Qué curiosidad! La patrona de Vitoria también es la Virgen Blanca. Son las fiestas de la ciudad.
Al parecer la hallaron un 5 de agosto en medio de una gran nevada.
¡Qué feliz se te nota hablando de tus dos querubines! Que los disfrutes por mucho tiempo.

Aquí te dejo un corrido mejicano muy antiguo.

Mi caballo y perro están tristes
porque anoche me vieron llorar;
yo sé bien que los hombres no lloran,
pero ayer no me pude aguantar.
Ayer tarde Pepito y Tanasia,
me vinieron corriendo a avisar
que el papá y la mamá de mi chata
la llevaban pa la capital.
Sus papás no me quieren por pobre,
y con otro la quieren casar.
¡No está bien que a mí me la roben,
y a la brava tendré que luchar!

CASTILLEJA: Nuestra amiga Isamaría, que parece un torbellino, no ha reparado en la hora de tu comentario.
¿Cuándo te vas a tu tierra? Yo tengo intención de ir a El Cerro el 2/10. Espero que nos podamos despedir por unos días. Yo seguiré las indicaciones de nuestro amigo ausente, SEVE, y veré si puedo aparecer por este foro algún día desde mi pueblo.
Esa canción de Rafael de León, ¡Cuántas veces la habremos oído en la radio cuando los discos dedicados! ¿Te acuerdas? Son canciones que cuentan una historia; no una acumulación de ruidos.
Yo te voy a dejar otra, tan vieja, que me la enseñó una señora que hoy tendría más de cien años. Yo, en mi juventud no la había escuchado nunca. Posiblemente no esté completa, porque la memoria no me da para tanto:

CANTA GUITARRA

Se oye alegre una serenata
bajo el hierro del oscuro balcón,
al sentir rasguear la guitarra
se acelera nuestro corazón

Canta guitarra,
canta y dile que la quiero,
que yo por ella me muero,
que sólo pienso en su amor

Canta guitarra,
que escuchando tu sonido
quisiera quedar dormido
debajo de su balcón.

Ya no se oye al violín quejumbroso,
y el silencio ha vuelto a reinar;
sólo queda aquel rostro hermoso
escondido tras el ventanal.

Canta guitarra,
canta y dile que la quiero,
que yo por ella me muero,
que sólo pienso en su amor

Canta guitarra,
que escuchando tu sonido
quisiera quedar dormido
debajo de su balcón.

Hablabas con Isamaría de un cocido; ayer lo comimos en casa: unos garbanzos con todas la reglas del arte. No me importa comerlos a menudo. Como en mi casa no se tira nada, han quedado unos poquitos para otro día.

MARIAN: Ya sé que soy un poquito torpe, pero el manejo de la cámara es como el oficio de aguaó, que se aprende al primer viaje.
A ti la boca parece que te la ha hecho un fraile: Quieres acedías, quieres aceite, quieres jamón, quieres aceitunas para majar, quieres latas de caballas Tejero, ¿qué más quieres?
Bueno, ya te lo traeré, ¡qué remedio!

Para todos, un abrazo muy fuerte. Agur.