Buenos días, amigas y amigos.
Permitidme que me dirija en primer lugar a una niña muy guapa que ha escrito por primera vez en este foro. Desde ya, mi amiguita Paula.
Me han gustado tus chistes, pero Jaimito era un poco tonto, ¿no se dio cuenta de que la piscina no tenía agua?
Yo te voy a contar una historieta que no sé si es verdad o no.
Una noche muy de noche,
completamente de día,
nadaban dos ranas muertas
en una alberca vacía.
Le eché paja al candil
y aceite a las bestias;
acosté a la ropa
y me colgué en la percha.
¿Se hace así o no? ¿O es al revés? Ya me lo dirás tú.
ISAMARIA: ¡Mira que siempre la culpa la tenemos los hombres! Pues yo te puedo decir que las dos veces que me he perdido han sido por culpa de la copiloto (mi contraria). Una, que ya he contado en este foro, con multa incluida. Séneca, al lado de mi parienta, una p…. mierda.
CASTILLEJA: Yo no sé por que ‘mares’ navegas tú en Internet, para encontrar estos temas tan bonitos. Me lo tienes que explicar; pero despacito, que yo soy muy torpe.
Son preciosos.
Me quisiste; bien te quise;
me olvidaste, te olvidé.
Los dos tuvimos la culpa;
tú primero y yo después.
Mata más la mala lengua
que las manos de un verdugo.
Un verdugo mata a un hombre;
y la mala lengua, un mundo.
A mí me llaman el tonto,
el tonto de mi lugar;
todos comen trabajando,
yo como sin trabajar.
A mí me llaman el tonto
porque me falta un sentido;
y a tí te falta otra cosa,
que el tonto se la ha comido.
Cuatro puertas tiene abiertas
el que no tiene dinero:
la iglesia y el hospital,
la cárcel y el cementerio.
CURRA: Me causa mucha alegría que aparezcan por este foro cerreñas o cerreños, como yo. Como verás, si sigues frecuentándolo, cada cual aporta su granito de arena para pasar un rato agradable, a la vez que se aprenden cosas.
Tú citas un trocito de “El Diablo Cerro”. Para que nuestros amigos sepan de qué se trata, les digo que son una especie de romance, en el que se recogen en versos, los más de 500 apodos que tiene -o tenía – El Cerro. Los escribió un cerreño, José Romero Patricio, durante su estancia en la cárcel cuando la Guerra Civil. Se lo dedicó a su primo Francisco Polo Romero.
Yo, basándome en esto, lo he reescrito, cambiando de lugar algunos apodos. Creo que algunos han desaparecido.
Si tienes la suerte de vivir en el pueblo, por favor, cuéntanos aquello que te parezca novedoso del día a día.
ANTONIO ESCUDERO: Misión cumplida, y además con mucho gusto. Ya te diré con más exactitud cuándo voy a Huelva. Como sé tu nombre completo, espero no tener problemas para localizarte por teléfono.
Lo que me comentas de la Virgen de la Cinta, lo estoy siguiendo a través de Huelva Información, donde entro todos los días.
Nada más por el momento. Hoy voy a darme una vueltecita por La Rioja. Procuraré no perderme, señora Isamaría.
Besos y…. Agur.
Permitidme que me dirija en primer lugar a una niña muy guapa que ha escrito por primera vez en este foro. Desde ya, mi amiguita Paula.
Me han gustado tus chistes, pero Jaimito era un poco tonto, ¿no se dio cuenta de que la piscina no tenía agua?
Yo te voy a contar una historieta que no sé si es verdad o no.
Una noche muy de noche,
completamente de día,
nadaban dos ranas muertas
en una alberca vacía.
Le eché paja al candil
y aceite a las bestias;
acosté a la ropa
y me colgué en la percha.
¿Se hace así o no? ¿O es al revés? Ya me lo dirás tú.
ISAMARIA: ¡Mira que siempre la culpa la tenemos los hombres! Pues yo te puedo decir que las dos veces que me he perdido han sido por culpa de la copiloto (mi contraria). Una, que ya he contado en este foro, con multa incluida. Séneca, al lado de mi parienta, una p…. mierda.
CASTILLEJA: Yo no sé por que ‘mares’ navegas tú en Internet, para encontrar estos temas tan bonitos. Me lo tienes que explicar; pero despacito, que yo soy muy torpe.
Son preciosos.
Me quisiste; bien te quise;
me olvidaste, te olvidé.
Los dos tuvimos la culpa;
tú primero y yo después.
Mata más la mala lengua
que las manos de un verdugo.
Un verdugo mata a un hombre;
y la mala lengua, un mundo.
A mí me llaman el tonto,
el tonto de mi lugar;
todos comen trabajando,
yo como sin trabajar.
A mí me llaman el tonto
porque me falta un sentido;
y a tí te falta otra cosa,
que el tonto se la ha comido.
Cuatro puertas tiene abiertas
el que no tiene dinero:
la iglesia y el hospital,
la cárcel y el cementerio.
CURRA: Me causa mucha alegría que aparezcan por este foro cerreñas o cerreños, como yo. Como verás, si sigues frecuentándolo, cada cual aporta su granito de arena para pasar un rato agradable, a la vez que se aprenden cosas.
Tú citas un trocito de “El Diablo Cerro”. Para que nuestros amigos sepan de qué se trata, les digo que son una especie de romance, en el que se recogen en versos, los más de 500 apodos que tiene -o tenía – El Cerro. Los escribió un cerreño, José Romero Patricio, durante su estancia en la cárcel cuando la Guerra Civil. Se lo dedicó a su primo Francisco Polo Romero.
Yo, basándome en esto, lo he reescrito, cambiando de lugar algunos apodos. Creo que algunos han desaparecido.
Si tienes la suerte de vivir en el pueblo, por favor, cuéntanos aquello que te parezca novedoso del día a día.
ANTONIO ESCUDERO: Misión cumplida, y además con mucho gusto. Ya te diré con más exactitud cuándo voy a Huelva. Como sé tu nombre completo, espero no tener problemas para localizarte por teléfono.
Lo que me comentas de la Virgen de la Cinta, lo estoy siguiendo a través de Huelva Información, donde entro todos los días.
Nada más por el momento. Hoy voy a darme una vueltecita por La Rioja. Procuraré no perderme, señora Isamaría.
Besos y…. Agur.