¡Hola! amigos.
Ya hacía tiempo que no me asomaba a este postigo, pero os he sentido pasar.
Hoy quiero dejar unos versos, de mi cosecha, para que nadie piense que me olvido de mi pueblo.
EL CERRO DE ANDÉVALO
Tiene una comarca Huelva,
que El Andévalo se llama;
en esa comarca un pueblo,
que es El Cerro de mi alma.
Allí vi la luz primera,
allí transcurrió mi infancia,
y allí todas las mañanas
vi yo despuntar el alba.
Allí vuelvo cuando puedo,
allí mi mente descansa,
allí van mis pensamientos,
como hacia el mar van las aguas.
Mis amigos, que los tengo,
esperando están que vaya;
echamos nuestras partidas
de dominó o de cartas.
Recordamos viejos tiempos,
que la memoria nos guarda.
Aunque la vida es muy corta,
la memoria no es tan larga.
Porque la edad no perdona,
cada vez alguno falta.
Los que seguimos viviendo,
lo hacemos con la nostalgia.
Un abrazo para todos.
Ya hacía tiempo que no me asomaba a este postigo, pero os he sentido pasar.
Hoy quiero dejar unos versos, de mi cosecha, para que nadie piense que me olvido de mi pueblo.
EL CERRO DE ANDÉVALO
Tiene una comarca Huelva,
que El Andévalo se llama;
en esa comarca un pueblo,
que es El Cerro de mi alma.
Allí vi la luz primera,
allí transcurrió mi infancia,
y allí todas las mañanas
vi yo despuntar el alba.
Allí vuelvo cuando puedo,
allí mi mente descansa,
allí van mis pensamientos,
como hacia el mar van las aguas.
Mis amigos, que los tengo,
esperando están que vaya;
echamos nuestras partidas
de dominó o de cartas.
Recordamos viejos tiempos,
que la memoria nos guarda.
Aunque la vida es muy corta,
la memoria no es tan larga.
Porque la edad no perdona,
cada vez alguno falta.
Los que seguimos viviendo,
lo hacemos con la nostalgia.
Un abrazo para todos.
