¡Buenos días! ¿Cómo va la cosa?
Isamaría, mi mujer también estuvo en el convento con las HH. de la Cruz (Hermana Asunción, María del Castillo, Sagrados Corazones, etc)
Me citas el Bar Norika. Yo conocí esa casa antes de ser un bar.
A tía Norika no la conocí o no la recuerdo. Pero sí recuerdo que el umbral de la casa era de una piedra sola, que mi padre se la llevó y la puso en una cuadra que tenía en el Callejón de las Galanas.
Mira, cuando se llora de emoción, el corazón se encoge al principio, pero luego se hace más grande todavía. Eso demuestra tener hermosos sentimientos. No te importe llorar, yo también lo hago, sobre todo cuando vienen a mi mente recuerdos de mi niñez. ¡Cuántas partidas de dominó eché en el Bar Norika! ¡Cuantas rondas de madrugadas!
Te contaré una anecdota de rondas.
Íbamos a salir de ronda una noche y nos dijo Bartolomé el municipal que no pasaramos ni por su calle, ni por la calle Egido, donde vivía Cortés, el alcalde.
No le hicomos caso y fuimos a rondarle a las hijas del alcalde. De pronto oímos un cerrojazo y se creó un gran silencio. Pensamos en el posible castigo, pero... salíó la mujer de Cortés con un plato de tortas y borrachos, aguardiente y coñac.
Ahora voy con Seve.
Efectivamente, González hace años que no fabrica aguardiente, Creo que ahora se llama ¿Onuba?. Al agurdiente le pega casi todos los dulces caseros. El pestiño (borracho, porque lleva vino) es un buen acompañante, que duda cabe.
Las habas enzapatá, para mi gusto están muy buenas, si están bien hechas, como las he comido en Alosno y en Tharsis. En El Cerro las preparaba muy bien Pedro "Revolo" (q. e. p. d.) en un bar que tenía en El Cristo.
Por hoy ya está bien, ¿no?
¡Agur, eta bi ararte! (Adiós y hasta, mañana)
Isamaría, mi mujer también estuvo en el convento con las HH. de la Cruz (Hermana Asunción, María del Castillo, Sagrados Corazones, etc)
Me citas el Bar Norika. Yo conocí esa casa antes de ser un bar.
A tía Norika no la conocí o no la recuerdo. Pero sí recuerdo que el umbral de la casa era de una piedra sola, que mi padre se la llevó y la puso en una cuadra que tenía en el Callejón de las Galanas.
Mira, cuando se llora de emoción, el corazón se encoge al principio, pero luego se hace más grande todavía. Eso demuestra tener hermosos sentimientos. No te importe llorar, yo también lo hago, sobre todo cuando vienen a mi mente recuerdos de mi niñez. ¡Cuántas partidas de dominó eché en el Bar Norika! ¡Cuantas rondas de madrugadas!
Te contaré una anecdota de rondas.
Íbamos a salir de ronda una noche y nos dijo Bartolomé el municipal que no pasaramos ni por su calle, ni por la calle Egido, donde vivía Cortés, el alcalde.
No le hicomos caso y fuimos a rondarle a las hijas del alcalde. De pronto oímos un cerrojazo y se creó un gran silencio. Pensamos en el posible castigo, pero... salíó la mujer de Cortés con un plato de tortas y borrachos, aguardiente y coñac.
Ahora voy con Seve.
Efectivamente, González hace años que no fabrica aguardiente, Creo que ahora se llama ¿Onuba?. Al agurdiente le pega casi todos los dulces caseros. El pestiño (borracho, porque lleva vino) es un buen acompañante, que duda cabe.
Las habas enzapatá, para mi gusto están muy buenas, si están bien hechas, como las he comido en Alosno y en Tharsis. En El Cerro las preparaba muy bien Pedro "Revolo" (q. e. p. d.) en un bar que tenía en El Cristo.
Por hoy ya está bien, ¿no?
¡Agur, eta bi ararte! (Adiós y hasta, mañana)