¡Hola! Otra vez estoy aquí.
Isa, no ha sido mi intención entristecerte. Sólo contaba recuerdos y vivencias de mi niñez.
Referente a las fuentes, creo que la que citas yo la conozco como Fuente la "Laera".
Además están, o estaban, la fuente Conceja, la de Abajo, la fuente Serrana, la fuente Nueva. Antes teníamos que colar el agua por culpa de las sanguijuelas. De manantiales sé muy poquito, pero debe haber uno muy bueno en El Regente.
De todas formas, quien mejor pueden informar son los residentes en El Cerro.
También podrían dirigirse al Alcalde, Juan Manuel Borrero González, (para mí siempre será Juan Manuel el de Don Juan) que, como catedrático que es, les atenderá con mucho gusto, supongo.
Ya os dije que una de mis aficiones era la poesía. Aquí os dejo unos versos, parte de una composición más larga.
Me mandó mi mala suerte
hacia el norte a trabajar;
siendo yo del sur profundo,
trabajo me va a costar.
Pronto se hicieron las noches
en mi triste caminar,
noches de Semana Santa,
que no las de Carnaval.
Una vez me condenaron,
obligándome a pagar.
Mi delito fue ser pobre
sin poderlo remediar.
Un abrazo para todos.
Isa, no ha sido mi intención entristecerte. Sólo contaba recuerdos y vivencias de mi niñez.
Referente a las fuentes, creo que la que citas yo la conozco como Fuente la "Laera".
Además están, o estaban, la fuente Conceja, la de Abajo, la fuente Serrana, la fuente Nueva. Antes teníamos que colar el agua por culpa de las sanguijuelas. De manantiales sé muy poquito, pero debe haber uno muy bueno en El Regente.
De todas formas, quien mejor pueden informar son los residentes en El Cerro.
También podrían dirigirse al Alcalde, Juan Manuel Borrero González, (para mí siempre será Juan Manuel el de Don Juan) que, como catedrático que es, les atenderá con mucho gusto, supongo.
Ya os dije que una de mis aficiones era la poesía. Aquí os dejo unos versos, parte de una composición más larga.
Me mandó mi mala suerte
hacia el norte a trabajar;
siendo yo del sur profundo,
trabajo me va a costar.
Pronto se hicieron las noches
en mi triste caminar,
noches de Semana Santa,
que no las de Carnaval.
Una vez me condenaron,
obligándome a pagar.
Mi delito fue ser pobre
sin poderlo remediar.
Un abrazo para todos.