Hola a todas las buenas gentes del pueblo del cerro, estoy seguro que me vais a acoger en vuestro foro, puesto que conozco mucho de vuestra generosidad, naturalidad, y sencillez humana.
Gente gitana incluida e incorporada a ése bonito pueblo, que mas de una vez me invitaban o mejor dicho obligaban, a tomarme un cafelillo con aquel rico aroma, mientras esperaba la camioneta de los obreros de la mina, no me daban tregua ni un no por respuesta, invitándome a pasar a su casa.
Yo con mi timidez era reacio, pero no me valía de nada.
Soy una de esas personas que de chico sufría o me molestaba al menos, cuando alguien pronunciaba eso de... ¡mi tierra!. Simplemente porque me decía a mi mismo... ¿de donde soy yo?, ¿cuales son mis raíces?
Hasta que ya de mayor y después de andar de un sitio para otro, me convencí de que mis raíces, mis recuerdos, mi anhelo, mis sueños, estaban y estarán siempre de donde me arrancaron en contra de mi voluntad, de donde jugaba, veía llover, me calentaba con el calor del cisco, en definitiva, respiraba mañana tarde y noche con el olor a jara mojada, pegajosa, quemada.
Por eso me he metido aquí en vuestro foro, para ir poco a poco compartiendo con vosotros anécdotas reales, (siempre y cuando me aceptéis, claro está). En cualquier caso, si la Estación de El Cerro de Andévalo es por supuesto del Cerro, yo también me siento ligado a vosotros por muchas razones que poco a poco iremos relatando, espero vuestra hospitalidad ya conocida personalmente, y por hoy me despido, no sin antes, invitaros a que contempléis la foto de Fariñas del 2-3-2008, (expuesta en vuestro foro), ahí está la clave de todo lo que os he dicho en éste primer acercamiento a vosotros, un saludo y hasta que dispongáis aceptarme buenamente, gracias por escucharme.
Gente gitana incluida e incorporada a ése bonito pueblo, que mas de una vez me invitaban o mejor dicho obligaban, a tomarme un cafelillo con aquel rico aroma, mientras esperaba la camioneta de los obreros de la mina, no me daban tregua ni un no por respuesta, invitándome a pasar a su casa.
Yo con mi timidez era reacio, pero no me valía de nada.
Soy una de esas personas que de chico sufría o me molestaba al menos, cuando alguien pronunciaba eso de... ¡mi tierra!. Simplemente porque me decía a mi mismo... ¿de donde soy yo?, ¿cuales son mis raíces?
Hasta que ya de mayor y después de andar de un sitio para otro, me convencí de que mis raíces, mis recuerdos, mi anhelo, mis sueños, estaban y estarán siempre de donde me arrancaron en contra de mi voluntad, de donde jugaba, veía llover, me calentaba con el calor del cisco, en definitiva, respiraba mañana tarde y noche con el olor a jara mojada, pegajosa, quemada.
Por eso me he metido aquí en vuestro foro, para ir poco a poco compartiendo con vosotros anécdotas reales, (siempre y cuando me aceptéis, claro está). En cualquier caso, si la Estación de El Cerro de Andévalo es por supuesto del Cerro, yo también me siento ligado a vosotros por muchas razones que poco a poco iremos relatando, espero vuestra hospitalidad ya conocida personalmente, y por hoy me despido, no sin antes, invitaros a que contempléis la foto de Fariñas del 2-3-2008, (expuesta en vuestro foro), ahí está la clave de todo lo que os he dicho en éste primer acercamiento a vosotros, un saludo y hasta que dispongáis aceptarme buenamente, gracias por escucharme.
