Para Inés y para todas las AMAS DE
CASA:
Si pudiera ascender en mi
árbol genealógico hasta llegar a la primera mujer que dio lugar a la humanidad, hasta Eva, no encontraría en ellas otra profesión distinta a la de AMA DE CASA.
He convivido con dos AMAS DE CASA, mi madre y mi esposa, y doy fe de que ambas se han sentido orgullosas de ser las AMAS, las SEñORAS, las DUEñAS de sus
casas. Pero no sólo ellas han ejercido con dignidad su OFICIO, sino que en mis casas se les ha respetado, querido, apoyado
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