¡Cuantos recuerdos me trae la foto de este patio del convento!. Todo lo que sale de mis manos en la actualidad se lo debo a las enseñanzas de Sor Manolita, parece que la veo: tan blanca, con sus gafitas y pendiente de nuestros bastidores y nuestras puntadas. Tambien aprendí el "do-re-mí con Sor Bilches, recuerdo a Sor Lucrecia y tantos y tantos recuerdos que parece que fue ayer y han pasado casi cincuenta años.