Despues de beber, descansar, ZUJAR

LA PARVA : Por los años sesenta, a la caída de la tarde, a lo niños nos hacía mucha ilusión la recogida de la parva. Los muleros con su alegría de haber devuelto un largo día de trilla, arremeten su ruda mano en la triturada parva y, la dejan caer
Bruscamente diciendo: esto está como la harina, el anfitrión se resistía a compartir criterio, en realidad la jornada se daba por devuelta. Al poco rato desenganchaban los triillos, daban de beber a las bestias, dejándolas atadas en un montón de paja allá...