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ZUJAR (Granada)

Caño. Rafael Lopez Castaño

Cuando me pongo a recordar los niños que eramos alli, y los pocos que vivimos en pueblo, me pregunto, que poco hemos dado por el pueblo y lo ignorados que somos, sólo un rótulo que diga " para los que somos y no estamos".
Un zujareño desde el c. Jorge a.r.
En el fondo la cultura de barrio por desgracia no existe, Zújar como todo el mundo se ha mezclado, ya las raices casi se han perdido, sólo mueve el dinero, y las pasiones en general girando a lo primario.Antes cada casa tenía su historia familiar y hacia encantador el barrio, hoy te llegan vecinos y no sabes nada de ellos, ya no se puede decir " un buen vecino, es un buen amigo" y aveces mejor que un primo.
Desde molinillo.
Los niños en la década de los cincuenta, sabiamos jugar más que los de hoy, no teniamos juguetes, pero reproduciamos imitanndo todas las fiestas y algùno otro circo que nos visitaba.La esperanza mezclada con la ilusión nos hacia niños felices y nuestra imaginaciónno conocía límites.
A:R desde caño jorge.
El barrio del caño jorge, era en aquel tiempo como una especie de feudo en el que todos los niños de aquella zona jugaban grandes medinos y pequeños a higos nombre eqivalente a pilla-pilla.el cuartel general era la acera del Pirreño, un militar que de su mujer heredó el apodo. Esta acera también se utizaba parajugar a la rayuela.
Desde C. Jorge. A.R.
La calle caño jorge se debería llamar la calle de la solidaridad o de la vecindad, yo era pequeño , pero con uso de razón, que el veterinaio ( camacho), pensó comprar un coche, todo pasaba por abrir la calle, pidieron permiso a Frutos, concedido , a pesar de la oposicióN de frasquito blincos y casi todos los vecinos ingenieros , unos daban peonadas y otros dinero y con el fin de que el veterinario bautizó con LA CALLE DEL CAPRICHO. CAñO jORGE VIEJA EN EL RECUERDO.
! Oh caño Jorge¡años gloriosos y muy pasados, cántaros rotos y siempre mutilados, indolora y escasa sed, siempre refrescabas, ´cuando no, algùno disimulo de encuentro, algunos niños jugando a sumergir. La mano como pez, buscando el pasar de los otros. El chillerío despertaba de la siesta a la malhumorada vecina que con el derecho de vivir cerca, su arrogancia nos arengaba una buena bronca.estimado cañillo, hoy no te sientes útil ya nadie viene a esperarte , ni las sedientas mulas ni los niños y mucho ... (ver texto completo)