ZAGRA: Loli, siento que este foro te parezca sólo política,...

Loli, siento que este foro te parezca sólo política, pero te diré una cosa, y por favor no te molestes, que no es mi intención y es que todo en la vida es política, cualquier cosa que se trate es política porque el ser humano cuando habla, escribe o simplemente actúa esta haciendo política. Tú misma con tus comentarios sobre la emigración que viviste y sus consecuencias, estás haciendo política. Hace muchos siglos, un filósofo griego dijo que el hombre es un ser político por naturaleza, y hasta la fecha, que se sepa, nadie lo ha desmentido.

Hace unos días un amigo me envió un e-mail que leí atentamente. Me pareció muy interesante, por varios motivos: primero, por su temática; segundo, porque el que expresaba esas opiniones era nada menos que Leonardo Boff, personaje por el que siempre he sentido una gran admiración, que me encandiló en mi época de estudiante y tercero, y final, porque de él siempre se aprende a ser más humano. Espero que no os canse su lectura.

Del 27 de enero al 10 de febrero de 2009 se celebró en la ciudad de Belem (Brasil) la novena edición del Foro Social Mundial. Reunió a cerca de cien mil personas provenientes de más de 160 países. Representantes de movimientos sociales, religiosos, ONGs, intelectuales, universitarios, ciudadanos, en general. El objetivo era buscar vías en pro de la dignidad humana y de otro mundo diferente al actual. Otro mundo, en donde sean respetados los derechos de los niños, no sólo de los europeos y demás paises desarrollados sino también de los niños africanos, asiáticos, latinoamericanos...

Dentro de las numerosas actividades realizadas, estaba la conferencia dada por el teólogo, profesor y escritor Leonardo Boff a un grupo de jóvenes sobre el medio ambiente actual. Inició su exposición hablando sobre la crisis financiera que asola al mundo: 15 trillones de dólares evaporados en cuestión de pocos días llevándose consigo: bancos, fábricas, empresas,... y dejando despidos en masa, desempleo, hambre, desesperación, lágrimas. Una crisis que asoló tanto la periferia como el corazón mismo del Imperio. Leonardo Boff recordó las artimañas sutiles del capital para rehacerse: los economistas, las multinaciones y los que detentan el poder hacen ver que el capitalismo es así, con periodos de crisis y que ésta es una crisis más. E intentan darnos más de lo mismo, más consumo, más conflictos, más individualismo. Sin embargo, la crisis actual es terminal.

El desafío no es remediar lo que no tiene arreglo, sino buscar nuevas alternativas. El sistema actual, regido por el capital y las leyes del mercado, que en su naturaleza es voraz, acumulador, depredador del medio ambiente, creador de desigualdades y sin sentido de la solidaridad certifica su propia muerte. Un sistema en donde cada 5 segundos un niño muere de hambre o desnutrición. Un sistema en donde cada 4 minutos una persona queda ciega por falta de vitamina A. Un sistema que crea sufrimientos inhumanos e impactantes desigualdades. Un sistema que tiene como pilar básico el individualismo avasallador que se expresa, en lenguaje cotidiano como: mi empleo, mi salario, mi casa, mi coche, mi familia, mi, mi, mi. Un sistema en donde nadie es llevado para construir algo en común, donde la competición, la acumulación y la ostentación predominan en deprimento de la solidaridad, de la caridad y de la compasión. Un sistema en donde los niños aprenden desde pequeños a conjugar el verbo comprar, pero que desconocen el verbo compartir. Un sistema que incentiva el consumismo inconsecuente y desenfrenado que tanto endiosa lo material. Una cultura que asocia el concepto de felicidad al consumismo compulsivo. Un sistema que nos hace sordos y ciegos ante los llamados de los excluidos y necesitados. Lo opuesto al amor no es el odio, sí la indiferencia. Un sistema que por décadas alega que no tiene recursos para promover la educación, la salud y aplacar el hambre en el mundo, pero que se gasta todo lo que tiene en guerras, conflictos, y que en pocas horas puede movilizar 3 trillones de dólares para socorrer bancos, multinaciones, etc. atestigua su propio fracaso.

Pero ¿cómo es posible que permitamos llegar a esto? ¿Cuánto tiempo aún tiene que pasar para que de una vez nos pongamos a rescatar nuestra perdida humanidad?.

No basta con un puñado de harina y agua para engañar al hambre, sazonado con un poco de sal, en los días de suerte.

Además de la crisis financiera, nos encontramos, también, con la crisis ambiental. Somos insolidarios con la Naturaleza. El ansia por el crecimiento económico, aliada al consumismo compulsivo resultó una dilapidación sin precedentes de la Naturaleza. El actual modelo económico ha fracasado para el bienestar humano y actúa contra el planeta. Todo es sacrificado por el lucro de unos pocos. El consumo abusivo aumentó la producción de basura, desperdicios y creó un impacto ambiental en mares, rios,... El desarrollo técnico-científico, disociado de la conciencia ecológica hizo que saqueáramos los recursos naturales en una escala sin precedentes. Los límites del capitalismo son los límites de la Tierra. Ya tocamos estos límites, tanto de la Tierra como del capitalismo.

Ya no podemos proseguir con esta perversa lógica del capital: "Quien no tiene quiere; quien tiene quiere más; quien tiene más, dice que nunca es suficiente". La Tierra está dando señales inequívocas de que ya no aguanta más: escased de agua potable, calentamiento global, camios climáticos.

Estudios realizados por investigadores y científicos ambientales muestran que si el consumo continúa al ritmo actual, en el 2050 nos harán falta 2 planetas Tierra para sobrevivir. ¿Cuál es el mundo que les vamos a dejar a las nuevas generaciones?. Busquemos nuevos valores, alimentemos nuevas esperanzas, iniciemos nuevos rumbos.

El Universo lleva caminando 15 billones de años para producir el planeta que habitamos, esta admirable obra que los seres humanos hemos recibido como herencia, debemos de cuidar y preservar para las generaciones venideras cual jardineros de este magnífico jardin que es la Tierra. Como nunca antes en la historia, el destino común nos convoca a buscar un nuevo comienzo. Debemos promover la ecología del cuidado, siendo celosos de los intereses de toda la comunidad de vida. Coexistir con respeto, cooperación y armonía con los demás seres de este planeta, animales, vegetales y seres humanos. El encuentro con otras tradiciones, otras culturas enriquece nuestra visión del mundo y de la vida. Tengamos ojos para los que son diferentes, oidos para su voz, sus melodías, canciones, historias. Habitamos todos una Casa común. Tenemos un origen común y ciertamente, un mismo destino común. Somos como flores, de distintos colores y formas pero que es la misma tierra quien nos nutre y sustenta.

El desafío del tiempo presente es el de rescatar las utopías olvidadas, reescribir nuestro sueño común.

En medio de la agitada rutina de la vida moderna, debemos encontrar tiempo para reflexionar.

Un saludo para todos. E. G.