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ZAGRA: Siempre he escuchado decir que lo importante en los...

Siempre he escuchado decir que lo importante en los seres humanos es la actitud ante la vida, ante las distintas situaciones que la vida te plantea. No importa que seas alto o bajo, rubio o moreno, corpulento o recogido..., en definitiva esos son atributos que te vienen heredados de tus mayores. El verdadero valor de los eres humanos está en el ímpetu, el coraje, eso, la actitud ante las distintas dificultades con que nos enfrentamos. Esa es una cualidad que prendemos con el tiempo; a veces, con las cosas más insospechadas.

Hece tiempo, mucho tiempo, cuando todavía era un adolescente, llegó a Zagra un joven maestro de escuela. Las circunstancias hicieron que nos hiciéramos amigos. Un día le planteé la posibilidad, junto con otro amigo mío del pueblo, de bajar a la Sima de Ramiro, allá por la zona de las minas. Recogimos una cuerda y otros útiles y nos fuimos para el sitio, cual exploradores al estilo de Indiana Jones. Llegados alí, atamos la larga cuerda a un arbusto y la hicimos deslizar por la sima. Llegaba en su longitud a la mitad de la profundidad por lo que la única posibilidad de bajar, era pasar de la cuerda a las ramas de una higuera que había crecido en la base de la sima, allá en el fondo.

Decidido, me lancé el primero para bajar pero no llevaba ni un metro de bajada cuando me entró un pánico que me hizo subir inmediatamente. El maestro amigo ante esa situación, sin pensárselo, se quitó los zapatos y los tiró al fondo de la sima, diciendo: "Bueno ahora no me queda más remedio que bajar si quiero no irme descalzo para Zagra". Poco a poco fue bajando, pasó de la cuerda a las ramas y de ahí hasta el fondo donde recuperó sus zapatos; después bajó mi amigo de Zagra y finalmente lo hice yo. Nuestra experiencia dentro de la sima fue magnífica. Después tocó subir, y en mi caso volvió a entrarme el mismo pánico de la bajada. Finalmente, con ayuda física y algo de terapia verbal de mis acompañantes, conseguí subir.

Ha pasado mucho tiempo, como dije, pero la imagen de ver tirar los zapatos al fondo de aquella cueva me marcó, aún me sigue marcando y yo creo que me seguirá marcando de por vida.

Un saludo afectuoso. E. G.