Un grupo de diputados españoles durante unas convivencias con el pueblo Saharaui.
Sahara. Desierto. 14 horas. 45 grados a la sombra.
Un beduino: turbante negro, chilaba negra, sólo se le ven los ojos. Mira con asombro desde hace más de cinco horas al diputado Duran y Lleida sentado en una roca a pleno sol, sin nada que cubra su cabeza, con unos goterones que le caen de la frente cual fontana, los dedos cruzados tal que en ademán de rezar.
El beduino se acerca al diputado, y curioso:
- Salam aleikum.
- Bon dia.
- ¿Qué hace Usted al sol sin nada que le cubra la cabeza, no tiene calor?
Duran le explica que es para ahorrarse unos euros en electricidad. Así, si se pone el cerebro descubierto mucho tiempo al sol, la actividad eléctrica de este aumenta y puede utilizarse la energía sobrante: con una bombilla en la boca ilumino por la noche mi tienda de campaña, si introduzco un cargador de pilas estas se recargan, e incluso, afirma, con dos dedos puedo recargar la batería de un coche. El euro es el euro.
El beduino anonadado vuelve a la tienda junto con su mujer.
- ¿Ves Aisha a aquel calvo sudoroso que lleva cinco horas al sol sin moverse?.
Su mujer asiente.
- Me ha dicho que lo hace para ahorrar electricidad y que si introduce un dedo recarga una pila, también recarga la batería y no se que más...
- Ah, responde la mujer, con el rostro iluminado, entonces lo que le hacia la otra noche Pepiño a Mohamed el camellero era recargarle la corriente.
Sahara. Desierto. 14 horas. 45 grados a la sombra.
Un beduino: turbante negro, chilaba negra, sólo se le ven los ojos. Mira con asombro desde hace más de cinco horas al diputado Duran y Lleida sentado en una roca a pleno sol, sin nada que cubra su cabeza, con unos goterones que le caen de la frente cual fontana, los dedos cruzados tal que en ademán de rezar.
El beduino se acerca al diputado, y curioso:
- Salam aleikum.
- Bon dia.
- ¿Qué hace Usted al sol sin nada que le cubra la cabeza, no tiene calor?
Duran le explica que es para ahorrarse unos euros en electricidad. Así, si se pone el cerebro descubierto mucho tiempo al sol, la actividad eléctrica de este aumenta y puede utilizarse la energía sobrante: con una bombilla en la boca ilumino por la noche mi tienda de campaña, si introduzco un cargador de pilas estas se recargan, e incluso, afirma, con dos dedos puedo recargar la batería de un coche. El euro es el euro.
El beduino anonadado vuelve a la tienda junto con su mujer.
- ¿Ves Aisha a aquel calvo sudoroso que lleva cinco horas al sol sin moverse?.
Su mujer asiente.
- Me ha dicho que lo hace para ahorrar electricidad y que si introduce un dedo recarga una pila, también recarga la batería y no se que más...
- Ah, responde la mujer, con el rostro iluminado, entonces lo que le hacia la otra noche Pepiño a Mohamed el camellero era recargarle la corriente.