Para Ana Olmos
En la cueva de los lunares
tengo puesta la esperanza
de entretener tus cabales.
Desde la tierra del norte
con temblores y esperanza
me embruja tu negro porte.
Desde San Pedro de Mérida
con afecto y amistad.
CANTO A CANTABRIA
ESCENARIO:
Alzamos el telón y aparece en el escenario una de las típicas tabernas mixtas del siglo 19. Las mesas hechas de madera rústica macizas están ocupadas por gentes vestidas con ropas de la tierra.
Entremezclados los mozos y las mozas cerca de la usada y vieja barra de madera de roble de la tasca se contempla a tres mozos que saborean el vino del porrón pasándoselo unos a los otros.
El ambiente esta cargado del espíritu de la tierra.
Es día de fiesta y hay romería en el lugar.
En una esquina de la taberna una pareja de mozos comienza a tocar el chiflo y el rabel.
Uno mozo con la vara en la mano se separa de los demás y apoyándose en ella canta un sólo que esta coreado por los demás mozos y mozas.
CANCIONES
SÓLO.
Al bajar por la vereda
Entre chopos y avellanos,
Me encontré con una moza,
Que cuidaba del ganado.
Las hierbas que ella pisaba
Se apartaban a su paso.
Con la cara colorada
Y el corpiño bien marcado.
Dime moza si te rondó
En la fiesta de las Nieves.
Déjame con tú palabra
Que la mía ya la tienes.
CORO
En la ermita de las nieves,
La virgen esta llorando,
Con el agua de sus ojos,
El maíz esta regando.
Riega el campo,
Riega el huerto,
Quita la sed al ganado,
Es virgen blanca y bonita,
Como la leche en el jarro.
Esta dentro de las almas,
Para pintarlas de blanco,
Como pinta las montañas,
Con suspiros de sus labios.
SÓLO
Hay una moza en el prado,
Que yo quiero pa mí sólo,
Que esta segando la hierba,
Con el verde de sus ojos.
Está mí cara marchita,
De esperar los sus amores,
Las trochas y las veredas,
La rondan con mis pasiones.
Montañesa, montañesa,
Hembra fiera y bien planta,
De mis amores secretos,
La virgen esta enterada.
Yo quiero para mí sólo,
Rojos labios de tú cara,
Ser un mozo de mí pueblo,
Ser un hijo de Cantabria.
CORO.
En el otero, en el otero,
Bailando están las mozas,
Con gran salero,
Con gran salero.
Suenan las chiflas,
Suenan las chiflas,
Con rabeles que suenan,
De maravilla,
De maravilla.
Están bailando,
Están bailando,
Con salero las mozas,
Bailan cantando.
SÓLO.
El corpiño apretado,
La saya larga,
Con rubor de una rosa,
Verde mirada.
Dejarme que la ronde,
Con los romeros,
Virgen de las nieves,
Cuanto salero.
Las vacas en el monte,
Cuernas muy largas,
Como largo el suspiro,
Por mi zagala.
La basna que yo cargué,
Con hierba seca,
Se la llevo a la moza,
Que á mí me espera.
CORO.
En el otero, en el otero,
Se celebra la boda,
Con gran salero.
Bendice el cura,
Suena el rabel,
El tambor y la chifla,
Suenan después.
Ya se han casado,
Ya se han casado,
El amor de dos mozos
Está empezando.
Su vida es larga,
Largo el camino,
Como largos amores,
De su destino.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
21 de febrero de 2011
En la cueva de los lunares
tengo puesta la esperanza
de entretener tus cabales.
Desde la tierra del norte
con temblores y esperanza
me embruja tu negro porte.
Desde San Pedro de Mérida
con afecto y amistad.
CANTO A CANTABRIA
ESCENARIO:
Alzamos el telón y aparece en el escenario una de las típicas tabernas mixtas del siglo 19. Las mesas hechas de madera rústica macizas están ocupadas por gentes vestidas con ropas de la tierra.
Entremezclados los mozos y las mozas cerca de la usada y vieja barra de madera de roble de la tasca se contempla a tres mozos que saborean el vino del porrón pasándoselo unos a los otros.
El ambiente esta cargado del espíritu de la tierra.
Es día de fiesta y hay romería en el lugar.
En una esquina de la taberna una pareja de mozos comienza a tocar el chiflo y el rabel.
Uno mozo con la vara en la mano se separa de los demás y apoyándose en ella canta un sólo que esta coreado por los demás mozos y mozas.
CANCIONES
SÓLO.
Al bajar por la vereda
Entre chopos y avellanos,
Me encontré con una moza,
Que cuidaba del ganado.
Las hierbas que ella pisaba
Se apartaban a su paso.
Con la cara colorada
Y el corpiño bien marcado.
Dime moza si te rondó
En la fiesta de las Nieves.
Déjame con tú palabra
Que la mía ya la tienes.
CORO
En la ermita de las nieves,
La virgen esta llorando,
Con el agua de sus ojos,
El maíz esta regando.
Riega el campo,
Riega el huerto,
Quita la sed al ganado,
Es virgen blanca y bonita,
Como la leche en el jarro.
Esta dentro de las almas,
Para pintarlas de blanco,
Como pinta las montañas,
Con suspiros de sus labios.
SÓLO
Hay una moza en el prado,
Que yo quiero pa mí sólo,
Que esta segando la hierba,
Con el verde de sus ojos.
Está mí cara marchita,
De esperar los sus amores,
Las trochas y las veredas,
La rondan con mis pasiones.
Montañesa, montañesa,
Hembra fiera y bien planta,
De mis amores secretos,
La virgen esta enterada.
Yo quiero para mí sólo,
Rojos labios de tú cara,
Ser un mozo de mí pueblo,
Ser un hijo de Cantabria.
CORO.
En el otero, en el otero,
Bailando están las mozas,
Con gran salero,
Con gran salero.
Suenan las chiflas,
Suenan las chiflas,
Con rabeles que suenan,
De maravilla,
De maravilla.
Están bailando,
Están bailando,
Con salero las mozas,
Bailan cantando.
SÓLO.
El corpiño apretado,
La saya larga,
Con rubor de una rosa,
Verde mirada.
Dejarme que la ronde,
Con los romeros,
Virgen de las nieves,
Cuanto salero.
Las vacas en el monte,
Cuernas muy largas,
Como largo el suspiro,
Por mi zagala.
La basna que yo cargué,
Con hierba seca,
Se la llevo a la moza,
Que á mí me espera.
CORO.
En el otero, en el otero,
Se celebra la boda,
Con gran salero.
Bendice el cura,
Suena el rabel,
El tambor y la chifla,
Suenan después.
Ya se han casado,
Ya se han casado,
El amor de dos mozos
Está empezando.
Su vida es larga,
Largo el camino,
Como largos amores,
De su destino.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
21 de febrero de 2011