Antonio Oliver Belmás
PURULLENA
Ya no podrás borrarte de mi afecto.
Quién te mira, te ama, Purullena.
De tus montes, tus cuevas y tu arena
mi corazón se siente arquitecto.
Todo en tu estilo para mi es dilecto,
como el arroyo que a tus plantas suena.
Aunque blanca de cal eres morena
y amante niegas tu nevado aspecto.
Al descubrir -gitana- tus perfiles
que elevan promesas estelares
rompieron a cantar mis certidumbres.
Cobrizo de perezas y candiles,
afuera yelos, cierzos y pesares,
tendí las manos a tus claras lumbres.
PURULLENA
Ya no podrás borrarte de mi afecto.
Quién te mira, te ama, Purullena.
De tus montes, tus cuevas y tu arena
mi corazón se siente arquitecto.
Todo en tu estilo para mi es dilecto,
como el arroyo que a tus plantas suena.
Aunque blanca de cal eres morena
y amante niegas tu nevado aspecto.
Al descubrir -gitana- tus perfiles
que elevan promesas estelares
rompieron a cantar mis certidumbres.
Cobrizo de perezas y candiles,
afuera yelos, cierzos y pesares,
tendí las manos a tus claras lumbres.