El origen de los atascos está en las obras que lleva a cabo la Junta de Andalucía para paliar las secuelas que dejo en esa carretera el dilatado temporal de lluvias del pasado invierno. Hay cuatro kilómetros afectados -entre el 284 y el 288-, entre los términos municipales de Cortes y Graena y Purullena. Los problemas están localizados en la llamada cuesta del Magrú, donde los chubascos del invierno causaron la aparición de badenes, fisuras longitudinales y otros deterioros del firme. Y, ahora, meses después de aquel inusitado encadenamiento de borrascas, están produciendo unas colas espectaculares de automóviles.