Cualquiera que se dé una vuelta por el pueblo podrá comprobar la enorme cantidad de gente trabajando para el Ayuntamiento, unos en una labor, otros en otra. Es ingente la cantidad de dinero que entra en el pueblo por distintas vías. Pero también se puede ver cómo una gran parte de esa gente que "trabaja" para esta "empresa" interpreta el verbo trabajar de una manera muy especial.
Es perfectamente comprensible que no es labor de Jerónimo, ni de quien esté al cargo, el coger el látigo y poner un poco de orden. No es comprensible que alguien que tenga que comenzar su trabajo a las 7, lo haga pasadas las ocho, por poner un ejemplo, o que a la hora de salir se sale cuando se quiere, no cuando es preceptivo.
Es mucho dinero el que entra, ; mucho, afortunadamente.Si es por obra y gracia de ete Ayuntamiento, mi mayor enhorabuena, aunque no comparta en muchas ocasiones su postura en algunos temas. Mucho dinero con el que se podría tener el pueblo "como un palmito", no como está, cada día más dejado de la mano de Dios. No concibe el personal al Ayunamiento como una empresa más, sino como un lagar maravilloso para el escaqueo (no generalizado, afortunadamente), algo como el ese de la Bernarda. Pero me reitero, no debe ser Jerónimo, ni Paquillo, los que deben controlar, sino cada uno, por su propia "dignidad" como trabajador/a.
Saludos para todo aquellos que intervienen en este foro sin olvidar los buenos modales.
Es perfectamente comprensible que no es labor de Jerónimo, ni de quien esté al cargo, el coger el látigo y poner un poco de orden. No es comprensible que alguien que tenga que comenzar su trabajo a las 7, lo haga pasadas las ocho, por poner un ejemplo, o que a la hora de salir se sale cuando se quiere, no cuando es preceptivo.
Es mucho dinero el que entra, ; mucho, afortunadamente.Si es por obra y gracia de ete Ayuntamiento, mi mayor enhorabuena, aunque no comparta en muchas ocasiones su postura en algunos temas. Mucho dinero con el que se podría tener el pueblo "como un palmito", no como está, cada día más dejado de la mano de Dios. No concibe el personal al Ayunamiento como una empresa más, sino como un lagar maravilloso para el escaqueo (no generalizado, afortunadamente), algo como el ese de la Bernarda. Pero me reitero, no debe ser Jerónimo, ni Paquillo, los que deben controlar, sino cada uno, por su propia "dignidad" como trabajador/a.
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