Muy tierno eso de que “Jerónimo sigue viviendo en la casa que le proporcionó su suegra”. Afortunado él., Pero yo pregunto: ¿Cuántos trabajos reconocidos ha tenido Jerónimo antes de ejercer de alcalde? A cualquiera de su edad se le reconocen en el pueblo más ocupaciones que a él y, posiblemente, menos casa de la suegra y menos coche de tres millones y pico. ¡A ver si vamos a tener que hacer una colecta ahora en el pueblo para el pobre alcalde…!