Puesto que somos tan bestias y odiosos que no somos capaces de un entendimiento entre los dos partidos de izquierda, demos al menos una oportunidad a la nueva autoridad, y dentro de 4 años, opinaremos en las urnas. Ese es el juego de la democracia, que hemos de respetar y, sobre todo, ENSEñAR a nuestros menores, en lugar de ensañarlos; seguro que sus abuelos y bisabuelos fueron mucho más tolerantes, incluso en circunstancias bastante más difíciles. Y no demos el placer a la derecha de ver como nos comemos vivos.