PEDRO MARTINEZ: "Cuentan que hace tiempo en algún lugar antes de aprender...

"Cuentan que hace tiempo en algún lugar antes de aprender a leer se enseñaba de honestidad, que con el buen ejemplo se impartían las mejores lecciones.
Cuentan que lo más valioso que se poseía era la familia y la fuerza de los lazos que unían.
Cuentan que la puerta de la casa se mantenía abierta (...)
Cuentan que en ese tiempo las calles y las casas olían a guisos, pan, flor de azahar del limonero y naranjo. Que a las orillas del camino o algunos patios corría agua en las acequias, en riachuelos y ríos. Que las golondrinas hacían sus nidos entre los maderos de los techos y arriba de las puertas.
Cuentan que había ropa para solo usar los domingos, para ir a la iglesia y a casa de los abuelos. Que se jugaba en las calle hasta tarde. Que el cielo era más azul, que el sol brillaba más. Que los niños iban y regresaban solos a la escuela.
Que las vacaciones era un baño con manguera. Que las mesas eran largas. Que la fruta en almíbar y el dulce de leche y nuez era el postre favorito.
Cuentan que los amigos del barrio y escuela se conviertían en hermanos. La edad de la niñez cuando se vivía un día a la vez (...) Que se esperaba con gran ilusión por las tardes el camión o carretón de helados.
Cuentan que solo de vez en cuando se tomaban fotografías y el día que se revelaban era una fiesta. Cuentan que las fotografías se colocaban en álbumes, que se guardaban en el baúl o en el ropero. Que se sacaban y se disfrutaban cuando se reunía la familia.
Cuentan y ahora yo les cuento a mis hijos y nietos, porque las buenas memorias son como ese milagro que de ratos nos traen lo que ya se fue y a los que se adelantaron en el camino".