LA CAMA DEL SABIO
Un sabio era conocido por todos por su inalterable paciencia, tanto que corría la voz de que no se había airado en su vida por nada. Dudando del hecho, algunos
amigos se pusieron de acuerdo con su sirvienta para que hiciera de todo por hacerlo montar en cólera. A una sirvienta no le faltan ocasiones de este tipo, pero un arroz quemado o un vaso roto, ciertamente, no fueron suficientes para alterar a un tipo como su señor que, desde siempre, había dado muestras de un inalterable
... (ver texto completo)