"Me dijo una añoreta, que diga en la letrilla / Pues escucha, que tus canciones me agradan, solo por ser tan sencilla / Si tuvieras ventanas, mis odiseas te las cantaría, / Telones, curvas cerradas, que mira que llegue el día, / Dejame que de tu sangre, los mares me beba; / Para que la vida eterna contigo la viva; / Arrancate el crucifijo, que en el alma lo llevas; / Descansate compañera, y que otro Dios te bendiga; / Dile a tu madre, que a ti te visita la luna; / Que en tu ventana no tienes barco ni postigos; / Que no te pongan coronas que tu no quieres ninguna; que yo ya te traigo una, y es para llevarte conmigo; / Y si llaman a tu puerta, con la oscuridad cumplia, no se la tengas abierta, que seguro que es día, presumiendo todavía porque no la dicho nadie que en la orilla de los mares la navega aquel día; / Que tu playa que es la mía, el amor en Carnavales, desentarrando puñales de las arenas salias, y con su sangre escribía: LOS INMORTALES, los imortales, los inmortales.".