MALAHA: Miguel Á. Taboada me envía un último chiste, en este...

Miguel Á. Taboada me envía un último chiste, en este caso ambientado en Argentina:
Dos viejitos estaban en el patio de su casa tomando mate y de pronto la viejita le pega un sopapo fenomenal al viejito que lo tira al piso, le hace volar la gorra, los anteojos y el mate. El viejito, arrastrándose, va juntando cosa por cosa y, balbuceando, ensaya una pregunta: Pero vieja... ¿por qué hiciste esto?
A lo que la viejita responde: ¡Por 50 años de mal sexo!
Siguen tomando mate y al rato el viejito, que se había quedado pensativo, le encaja un bofetón a la vieja que la desparrama por el piso, se le cae el mate, la pava, la yerbera, pierde los anteojos, se le sale la dentadura y mientras va recogiendo todo pregunta: Y ahora vos viejo, ¿por qué me pegás? El viejito, sin mirarla, le contesta: ¿Dónde aprendiste la diferencia?
Ya se sabe que la lengua fue siempre un medio de deleite colectivo. Una manifestación eterna de ese entretenimiento es el verso satírico. A propósito de las disquisiciones sobre la voz "república", José R. Perdigón (Greenhills, San Juan del Monte, Filipinas) nos regala estos cuartetos que él dice de procedencia cubana:
Si pública es una mujer
de todos conocida,
una mujer rejodida
república ha de ser;
Y todo el que se reputa
de república ser hijo,
ha de ser a punto fijo
hijo de la gran puta