GRANADA: De mi libro:"Leyendas Andalusies Almiaregenses"publico...

De mi libro:"Leyendas Andalusies Almiaregenses"publico un bello pasaje, de mi vision, de como era la vida cotidiana de Campo de Almiareg, el actual Campo Real (Madrid) mi cuna natal, fundado por los arabes el sigloIX.
6.1. SUS ORIGENES

Campo de Almiareg, de raíces árabes indiscutidas y cuyo nombre original tiene varias acepciones: unos dicen que procede del vocablo “Miraeg” cuya pronunciación es “Miraaj” que significa alegría: otros lo pronuncian “Maraaj”que significa lugar 6. EL PASADO ISLAMICO DE CAMPO DE ALMIAREG
de reposo o descanso y en lengua morisca se pronuncia “Almiharab”que significa nichos de mezquita orientada en dirección a la ciudad Santa del Islam, “La Meca”.
Las primeras noticias que tenemos de su existencia, datan de las Crónicas históricas del siglo XII, cuando Alfonso VIII, abuelo de San Fernando y vencedor en las Navas de Tolosa contra los almohades, concede al Concejo de Segovia, 19 aldeas a cambio de Talamanca y en esta relación estaría incluido Campo de Almiareg
No obstante, el origen inicial data del siglo IX, en relación a las andanzas de un muladí toledano, Hashim al-Darrab, quien se salvó de la muerte en la “Jornada del Foso” del emir Abd-el-Rahman II contra los notables de Toledo, la mayoría muladíes insumisos contra el emir y eran invitados para presentar sus respetos al heredero al trono, siendo decapitados uno a uno y sus cuerpos arrojados a una zanja o foso.
Hashim al-Darrab forma una banda de insumisos contra la autoridad del Emir y se dedica el bandidaje, asaltando algunas aldeas musulmanas y entre ellas Campo de Almiareg y poblaciones limítrofes. Finalmente el Emir manda una fuerza regular que ocupa Toledo y acaba con todas las bandas de muladíes que tienen declarada la guerra a Córdoba.
Quizás Campo de Almiareg, por su situación estratégica entre Segovia y Toledo, cuenta el cronista árabe Ibn Hayyan, que por esta vía pasó el Califa andalusí, Abd-el-Rahman III, en su camino hacia la batalla de Simancas en el 939, siglo X y al pasar por este paraje, se produjo un eclipse de Sol y el Califa interpreto el fenómeno como una señal de Alah, por lo que decidió transformarlo en un poblado-Fortaleza, ubicado en el lugar donde hoy está construida la Iglesia de Santa María del Castillo.
Posteriormente la antigua “alquería” se transformó en un poblado-Fortaleza o “Ribat” hacia mediados del siglo X donde en el interior estaba construida una “Mezquita” con el “mihrab” orientado hacia La Meca.

El poblado era una comunidad agropecuaria dedicada a la caza y a las tareas agrícolas, generalmente horticultura con una vega con abundante agua, ganadería, (cabras y ovejas), artesanía, telares, herrería, alfares, tenerías, etc., y una guarnición militar para controlar a los cristianos del norte, la insumisión de las Coras o provincias de Toledo y Zaragoza y los actos de bandidaje de los muladíes, rebeldes a Córdoba.
En 1031, al desmembrarse el Califato de Córdoba en reinos “taifas”, esta tierra quedó dentro de la Taifa de Toledo y en la “Marca Media” y seria el arzobispo de Toledo, el francés D. Bernardo de Sèdirac, quien en nombre de Alfonso VI rey de Castilla y León le arrebataría en el año 1122, Campo de Almiareg a la taifa de Toledo, en el siglo XII siendo el primer Señor de Aldea del Campo, nombre que adoptó tras la conquista.
Inevitablemente, la conquista de estas tierras a manos cristianas, trajo la huida de muchos mudéjares (musulmanes) de la zona a las taifas andalusíes. Se intentó repoblar con guerreros cristianos (gallegos, cántabros, vascos, francos etc.) que era la fuerza regular cristiana, contando estas villas con una población escasa y terminaron siendo cedidas a otras villas o Señoríos, perdiendo su identidad.
Cuando la irrupción de los Imperios africanos, los almorávides realizaron incursiones en estos territorios cristianos por el valle del Jarama y Tajuña, donde estaba ubicado Aldea del Campo, y en sus saqueos y “razzias”, quemaban alamedas y bosques para evitar emboscadas, arrasaban cosechas con el objeto de dejar un vacío alrededor de Toledo, ya en manos de Alfonso VI, rey de Castilla y León, para recuperarla.
Estas incursiones en los años (1090,1099, 1131, 1136, 1196) y otros actos de castigo y devastación en las regiones cercanos a Toledo, donde estaba incluido El Campo originaron un descenso demográfico de su población que abandonan sus poblados, escondiéndose para evitar el saqueo y el hostigamiento.
Los musulmanes, cuando llegan a la península encuentran un reino visigodo con múltiples luchas internas y donde el factor religioso había dividido la población entre cristianos trinitarios o católicos y cristianos unitarios o arrianos.
El Islam por identidad del concepto unitario de Dios o Alah vienen a ayudar a los cristianos unitarios y es el conde D. Julián, gobernador visigodo de Ceuta quien les llama y tras el desembarco de Tariq con 7000 hombres no encuentran oposición y en una

pequeña batalla en el rió Guadalete, vencen a Rodrigo el rey, el cual huye o muere tras la derrota, aunque su cuerpo nunca apareció.
Aquí cambia la historia y el trono visigodo pasa a favor del Califa de Damasco, Walid I (7