Cristo de los Favores, GRANADA

El Realejo, un barrio con historia y devoción
Coincidiendo con la Semana Santa 2021, y con la nueva actualización de nuestro blog sobre aspectos de Granada, te contamos la historia del Cristo de los Favores en el Realejo.

Este barrio es uno de los más “semanasanteros” de Granada, y es que esta semana se espera y se vive con mucha intensidad. Miles y miles de personas que se desplazan aquí solamente para admirar los diferentes pasos que se suceden, creyentes y no creyentes.

Uno de estos pasos, el más venerado e importante para el barrio, es el del Santísimo Cristo de los Favores. La imagen pétrea de este Cristo la podemos encontrar en un lateral del Campo del Príncipe.

Los inicios de la Semana Santa
Tras la conquista de la ciudad llevada a cabo por los Reyes Católicos en 1492, Granada se convirtió en un símbolo de la victoria del cristianismo, tanto que los propios Isabel y Fernando, decidieron ser enterrados aquí.

Las primeras cofradías y hermandades en España se dieron al principio de la Edad Media. No será hasta principios del siglo XIV cuando se empiecen a celebrar procesiones piadosas. Esto se debió a una epidemia de peste negra que asoló España, lo cual se tomó la población como un castigo divino. De esta forma, comenzaron a proliferar diferentes cofradías por distintos puntos de España hasta llegar a ser unas 20.000 repartidas por todo el territorio.

Las procesiones de Semana Santa fueron creciendo paulatinamente, hasta bien entrado el siglo XVI, comenzando todo con la “moda” del culto a las reliquias.

A pesar de que se dieron momentos de desestabilización de la Iglesia en algunos momentos de la historia, como la Ilustración, el reinado de Carlos III, o la invasión francesa, la celebración de la Semana Santa en España es una de las festividades más importantes para el país y que ha perdurado a lo largo de los siglos.

La llegada del Cristo de los Favores al Realejo
Volvemos al siglo XVII en España, y fue en estos años cuando se volvió a vivir una epidemia de peste que afectó muchísimo al país, sobre todo a las regiones de Andalucía y el Levante sobre 1650. Fue entonces cuando los habitantes del barrio del Realejo, pidieron y pagaron una imagen de una cruz para agradecer a Dios que la epidemia no afectara tanto al barrio, y es que fue uno de los menos castigados por esta epidemia en Granada.

En 1640 se levantó la escultura, pero solamente una cruz en piedra de alabastro de Sierra Elvira en lo que hoy es la Plaza Fortuny. Esta cruz permaneció aquí durante 42 años, hasta 1682 que la trasladan a un lateral del Campo del Príncipe. En este traslado, se colocó la figura del Cristo crucificado que podemos ver en la actualidad. Posiblemente fuera obra de Pedro de Mena, hijo del escultor Alonso de Mena.

Durante estos años, ya se celebraba una procesión en silencio el Día de la Cruz hasta el Campo del Príncipe para rezar frente el Cristo crucificado, y poco a poco fue adquiriendo fama de concededor de deseos tras varias historias y leyendas frente a este Cristo.

Con el paso de los siglos, este Cristo consiguió tener un respaldo por parte de la jerarquía eclesiástic. Finalmente en 1924, la comitiva se trasladó al Viernes Santo y se oficializó este día a la tres de la tarde. Es el día de la visita de la Virgen de la Misericordia a los pies del Cristo de los Favores, donde todos los fieles rezarán y pedirán 3 deseos, de los cuales el Cristo concederá uno de ellos. Después, bien entrada la tarde, se realiza la salida procesional del Cristo junto a la Virgen de la Misericordia desde la iglesia. Juntos recorren las calles de Granada, para finalmente volver a su lugar de inicio.

La leyenda
Una de esas leyendas cuenta la historia de una joven llamada Dolores, la cual era muy devota del Cristo, y ningún viernes faltaba a su rezo. En uno de esos viernes, se acercó a rezar al Cristo y fue sorprendida por 2 malhechores que intentaron agredirla sexualmente. Ella le pidió al Cristo que la salvara, y este lanzó dos rayos de luz contra los rufianes, mientras que a la chica la protegió con la mano y consiguió salvarla.

La creación de la Hermandad y la Cofradía del Cristo de los Favores
El encuentro de los fieles con el Cristo se ha llevado a cabo a lo largo de los siglos. Ha sido esta la única procesión en Granada que se ha realizado cada año hasta la actualidad. A pesar de algunos momentos inestables como lo fueron la ocupación francesa en el siglo XIX, y la Guerra Civil Española, las procesiones han perdurado.

Durante la ocupación francesa en Granada (1810-1812), los franceses establecieron un toque de queda y la prohibición de reuniones de más de 6 personas. Por este motivo, las celebraciones religiosas no se pudieron llevar a cabo con normalidad. Los vecinos, realizaban un rezo en fila para que no se considerara agrupación, y poder salvar el culto del Cristo de los Favores durante esos.

La Asociación del Cristo de los Favores fue creada en 1680, dos años antes de que se trasladase la cruz al Campo del Príncipe en el barrio del Realejo. Cada año se realizaba una procesión hasta la plaza, no será hasta 1928 cuando se funda la Cofradía en la Iglesia de San Cecilio.

Para la procesión, se adquirió una talla de Cristo Crucificado, copia del Cristo de los Favores del Realejo, que se piensa que fue realizado por Pablo Morales en 1896. Para su acompañamiento, también se adquirió en 1948 una Virgen de la Misericordia. Fue apodada como “la Greñúa”, y realizada por Francisco Morales, y que se nombraría también como titular de la Iglesia de San Cecilio.

María Santísima de la Misericordia Coronada
En 1969, se produjo un grave incendio en la iglesia, que a pesar de los grandes daños que ocasiono, el Cristo quedó prácticamente intacto. La talla de la Virgen de la Misericordia, sufrió grandes desperfectos y tuvo que ser sometida a una restauración para devolverle su aspecto original.

Hoy en día, la procesión del Viernes Santo del Cristo de los Favores junto a la Virgen de la Misericordia, es uno de los pasos más esperados de la Semana Santa Andaluza, del cual los vecinos del barrio del Realejo y todos los granadinos tienen el honor de poder presumir.