Soy goreño, me llamo Tano. Vivo fuera de Gor desde hace 40 años, pero mi memoria insiste en recordarlo cada día y cada hora de mi vida. Por eso voy cuando puedo para empaparme de oxígeno y de vida, y también para engordar un poco, pues sus embutidos y su comida en general es una tentación allá por donde vas. Un abrazo, paisanos. ¡Aúpa Gor!