FEDERICO GARCÍA LORCA. 121, AÑOS DE SU NACIMIENTO
Una voz extraordinaria en las tierras de Granada,
que fue a la vez solidaria al ser senda iluminada.
Fuente Vaqueros su cuna dando los pasos primeros,
tuvo la mala fortuna de ser tiempos muy guerreros.
Gitanos en su camino como sufriendo sus sueños,
al vivir tuvo el destino de trazar versos risueños.
Granada marcando versos, que es tierra de romancero,
Federico hizo regresos de ser buen aventurero.
Los caminos de Granada saben mucho del invierno,
existe vida estudiada entre su sufrido infierno.
Federico sin complejos fue recorriendo caminos,
entre brisas y reflejos sin buscar pasos divinos.
Las envidias en Granada tienen distintos momentos,
algunas no valen nada pero dejaron sus muertos.
Ya no cantan los gitanos sus bonitos sentimientos,
fueron rezando cristianos al ver tan duros tormentos.
Los fusiles disparando sobre cultura y alientos,
en sus pasos fue dejando, hombres con nombres eternos.
“Granada”, “ay mi Granada”, donde enterraba a esos muertos,
la gente estuvo callada sin explicar descontentos.
Federico se marchaba pasando su sufrimiento,
y la muerte le dejaba sin entender tan mal viento.
Los muertos por las cunetas en tierras de Andalucía,
algunas mentes inquietas supieron de esa agonía.
La vida guarda verdades que siempre tienen su tiempo,
ocultando falsedades en las puertas del infierno.
Federico es un camino de sencillez y contento,
queriendo ser hombre fino y sin perder un momento.
Granada sigue pensando en los trágicos sucesos,
La Alhambra vive soñando con algunos de sus versos.
G X Cantalapiedra.
Una voz extraordinaria en las tierras de Granada,
que fue a la vez solidaria al ser senda iluminada.
Fuente Vaqueros su cuna dando los pasos primeros,
tuvo la mala fortuna de ser tiempos muy guerreros.
Gitanos en su camino como sufriendo sus sueños,
al vivir tuvo el destino de trazar versos risueños.
Granada marcando versos, que es tierra de romancero,
Federico hizo regresos de ser buen aventurero.
Los caminos de Granada saben mucho del invierno,
existe vida estudiada entre su sufrido infierno.
Federico sin complejos fue recorriendo caminos,
entre brisas y reflejos sin buscar pasos divinos.
Las envidias en Granada tienen distintos momentos,
algunas no valen nada pero dejaron sus muertos.
Ya no cantan los gitanos sus bonitos sentimientos,
fueron rezando cristianos al ver tan duros tormentos.
Los fusiles disparando sobre cultura y alientos,
en sus pasos fue dejando, hombres con nombres eternos.
“Granada”, “ay mi Granada”, donde enterraba a esos muertos,
la gente estuvo callada sin explicar descontentos.
Federico se marchaba pasando su sufrimiento,
y la muerte le dejaba sin entender tan mal viento.
Los muertos por las cunetas en tierras de Andalucía,
algunas mentes inquietas supieron de esa agonía.
La vida guarda verdades que siempre tienen su tiempo,
ocultando falsedades en las puertas del infierno.
Federico es un camino de sencillez y contento,
queriendo ser hombre fino y sin perder un momento.
Granada sigue pensando en los trágicos sucesos,
La Alhambra vive soñando con algunos de sus versos.
G X Cantalapiedra.