Leyendas aparte, la gran importancia de este reino consistió en que su religión influyó notablemente en las costumbres de todos los países orientales y además, sobre toma y Grecia.
En Frigia, la “Gran Madre” —divinidad recibida de los hititas— se denominaba Abeles a causa de la montaña donde se hallaba su célebre santuario, y era igualmente a encarnación de todas las fuerzas fecundantes de la naturaleza. Los ritos sanguinarios escandalosos en honor de esta diosa y de su esposo Atis, fueron muy populares en todo el Mediterráneo, y se puede afirmar que en ciertas épocas, en Roma, la diosa Cibeles llegó a tener más adeptos que los mismos dioses romanos.
En Frigia, la “Gran Madre” —divinidad recibida de los hititas— se denominaba Abeles a causa de la montaña donde se hallaba su célebre santuario, y era igualmente a encarnación de todas las fuerzas fecundantes de la naturaleza. Los ritos sanguinarios escandalosos en honor de esta diosa y de su esposo Atis, fueron muy populares en todo el Mediterráneo, y se puede afirmar que en ciertas épocas, en Roma, la diosa Cibeles llegó a tener más adeptos que los mismos dioses romanos.