BOHR había asimilado el núcleo a una gota líquida; ésta, puesta en vibración, puede quebrarse en dos gotitas más pequeñas, como el núcleo puede dividirse en dos fragmentos gracias al aporte de una energía exterior. El fenómeno tiene mayor probabilidad de producirse cuanto mas pesado y menos estable es el núcleo considerado. En el núcleo muy complejo del uranio repleto de protones, las fuerzas repulsivas que se ejercen entre las partículas cargadas son casi tan grandes como las fuerzas de intercambio protono-neutrónicas garantes de la cohesión del núcleo.