En efecto, en la primavera de 1934, FERMI creía haber producido núcleos con números atómicos mayores que el del uranio. Guiada por la misma hipótesis, IRENE CURIE, procuró establecer la naturaleza química de la enigmática sustancia engendrada por el bombardeo neutrónico del uranio.
Llegó al sorprendente resultado de que las propiedades del elemento desconocido eran análogas a las del lantano. El número atómico de este último es 57, el número de su masa 139; los números correspondientes de uranio son 92 y 238. ¿Cómo admitir, se preguntó IRENE CURIE, que la desintegración del uranio hubiese producido lantano?
Llegó al sorprendente resultado de que las propiedades del elemento desconocido eran análogas a las del lantano. El número atómico de este último es 57, el número de su masa 139; los números correspondientes de uranio son 92 y 238. ¿Cómo admitir, se preguntó IRENE CURIE, que la desintegración del uranio hubiese producido lantano?