En nuestras conversaciones hablamos y opinamos de todo, quizá porque creemos que sabemos de todo. La discusión acalorada más que síntoma de enfrentamiento lo es de deseo de mostrar la solidez de nuestras opiniones. Sobre el tratamiento tú/usted basta decir que los españoles siempre hemos sido, y cada vez más lo somos más, pocos amigos de las formalidades y si empezamos una conversación con un desconocido tratándolo de usted en cuanto podemos nos pasamos al tú. Conservamos el usted para los desconocidos, las personas de más alto rango en el trabajo y para las personas de edad avanzada.