En 1740, residentes temerosos le pidieron al ministro local que exorcice a la criatura, tras el ritual los rumores que circularon decían que el exorcismo duraría por un siglo, pero el demonio de Jersey regresó a Pine Barrens por lo menos en dos ocasiones antes de que los cien años se cumplieran. A partir de 1890 las apariciones del demonio de Jersey se volvieron más frecuentes.