Cenicienta esta llorando en casa. Aparece el Hada Madrina y la dice:
-Que te pasa, Cenicienta?
-Ay! Hada Madrina, no se que hacer, el principe me ha invitado a una fiesta y no tengo que ponerme! (Snif snif)
-No te preocupes, Cenicienta.
PINGGG (traje que te cagas), PINGGG (joyas), PINGGG (carroza bestial)
-Ay, muchisimas gracias, Hada Madrina...
-Si, si, Cenicienta, pero todo esto es con una condicion: Tienes que estar de vuelta en casa a las 12, porque si no, el coño se te transformara en un melon!
-Oiiing, que vergüenza, no te preocupes hada madrina, que aquí estare.
En la fiesta Cenicienta se lo pasa teta, bailando todo el rato con el principe. A las 10:30, Cenicienta se empieza a preocupar porque todavia no han servido la cena. Pasa el tiempo, 11:00, 11:15, Cenicienta acojonada, y a las 11:30 sirven la cena. Nuestra heroina, que ya esta de los nervios, se sienta al lado del principe azul. A las doce menos cinco, llegan los postres. De una bandeja de frutas, el principe coge una rodaja de melon enorme, la mira con ojos lascivos y empieza a comersela sin cubiertos, babeándose todo, con los churretones de melón hasta los codos y haciendo un ruido: AUMPF CHOMP CHOMP SLURP, AAARRGH! ÑAM ÑAM! CRUNCH CRUNCH SURLP SURLP, MMHHH...! Cuando se la termina, con la mano se limpia los morros que gotean el suquillo del melon, y pregunta
-Oye Cenicienta, Y tu a que hora tienes que estar en casa?
Cenicienta, muy dicharachera, responde
-Yo? Pschee... No tengo hora fija... Las seis, las siete...
-Que te pasa, Cenicienta?
-Ay! Hada Madrina, no se que hacer, el principe me ha invitado a una fiesta y no tengo que ponerme! (Snif snif)
-No te preocupes, Cenicienta.
PINGGG (traje que te cagas), PINGGG (joyas), PINGGG (carroza bestial)
-Ay, muchisimas gracias, Hada Madrina...
-Si, si, Cenicienta, pero todo esto es con una condicion: Tienes que estar de vuelta en casa a las 12, porque si no, el coño se te transformara en un melon!
-Oiiing, que vergüenza, no te preocupes hada madrina, que aquí estare.
En la fiesta Cenicienta se lo pasa teta, bailando todo el rato con el principe. A las 10:30, Cenicienta se empieza a preocupar porque todavia no han servido la cena. Pasa el tiempo, 11:00, 11:15, Cenicienta acojonada, y a las 11:30 sirven la cena. Nuestra heroina, que ya esta de los nervios, se sienta al lado del principe azul. A las doce menos cinco, llegan los postres. De una bandeja de frutas, el principe coge una rodaja de melon enorme, la mira con ojos lascivos y empieza a comersela sin cubiertos, babeándose todo, con los churretones de melón hasta los codos y haciendo un ruido: AUMPF CHOMP CHOMP SLURP, AAARRGH! ÑAM ÑAM! CRUNCH CRUNCH SURLP SURLP, MMHHH...! Cuando se la termina, con la mano se limpia los morros que gotean el suquillo del melon, y pregunta
-Oye Cenicienta, Y tu a que hora tienes que estar en casa?
Cenicienta, muy dicharachera, responde
-Yo? Pschee... No tengo hora fija... Las seis, las siete...