Me parece estupendo, hay para elegir.
Lee a ver si te gusta este chiste:
Dos
amigas viejitas estaban en una misa muy larga. Tras pasar mucho tiempo sentadas, una le susurra a la otra:
- Tengo las nalgas dormidas.
La
amiga responde:
- Sí, ya sé, las he oído roncar tres veces.