¡CUÁNTAS CANAS!
Se desnudan el viejito y la viejita, y dice el
esposo todo sorprendido:
- ¡Ay, mi amor. Como tienes de canas allá abajo!
- No son canas, son telarañas, ¡viejo inútil!
Se desnudan el viejito y la viejita, y dice el
esposo todo sorprendido:
- ¡Ay, mi amor. Como tienes de canas allá abajo!
- No son canas, son telarañas, ¡viejo inútil!