El periodo comprendido entre los años 1185 y 1333 se denominó Kamakura, tomando el nombre de una región del Japón dominada por un nuevo clan que subió al poder tras la guerra civil. Los mongoles intentaron invadir Japón en dos ocasiones, una en 1274 y otra en 1281, pero fueron expulsados ambas veces. Una tormenta fortuita produjo grandes pérdidas en la flota de los mongoles en la segunda invasión.