Su hábitat suele encontrarse en las llanuras, siempre están alerta para evitar que sus depredadores les sorprendan, por ello se encuentran en espacios abiertos y con vegetación que no sea alta. Tanto es así, que sólo duermen durante algunos minutos en intervalos, aunque permanezcan tumbadas están expectantes a cualquier movimiento o ruido. Este antílope resulta muy veloz al correr, llega a alcanzar hasta los 100 km/h.