El tamaño de las avispas varía mucho de una especie a otra. Algunas de las parásitas son tan diminutas que pueden desarrollarse varias de ellas en el interior de un pequeño huevo de insecto. Otras especies alcanzan una longitud corporal de unos 5 cm. La avispas hembra y las trabajadoras poseen un aguijón que emplean para atacar a sus presas o para protegerse de los agresores. El veneno de las avispas contiene histamina y un factor que disuelve los glóbulos rojos de la sangre. La picadura de la avispa puede ser fatal para las personas sensibles a ella. La inmunización puede lograrse por medio de inyecciones de extractos de antígenos. Véase Alergia.